Primera procesadora de lana de La Araucanía abre sus puertas
Macarena Álvarez
Cada año, durante la época estival, cientos de productores ovinos de la Región deben esquilar sus animales, con el fin de liberarlos de la lanuda carga durante el verano.
Este proceso se realiza usualmente durante el mes de diciembre, tanto para ovejas productoras como en aquellas que van para el mercado de la carne.
Sin embargo, en el caso de la Región, muchas veces la lana de oveja se desperdicia, siendo quemada o simplemente botada, sin reportar ingresos para sus propietarios. En efecto, se calcula que de las 240 mil cabezas de ganado ovino existentes en La Araucanía, no más del 3% aprovecha la lana.
Dada esta situación, y de la mano del potencial de la artesanía textil, un grupo de productores ovinos de Lautaro decidieron asociarse y fundar la primera planta procesadora de lana artesanal de la Región.
Ubicada en el corazón de Lautaro, exactamente en la calle Balmaceda N° 610, esta iniciativa fue financiada a través de Sercotec y la Municipalidad de Lautaro, con un costo de $36 millones.
De momento, la planta se encuentra en un proceso de marcha blanca, y pretende comenzar su funcionamiento oficial durante el primer semestre de este año.
"Llevamos nueve años trabajando en el tema ovino como productores de carne. Ha sido un período de gestación bien largo, donde llevamos más de un año viendo el tema de sacarle valor agregado a la lana", cuenta Jeannette Levío, representante legal de la Planta Lanera Lautaro.
Tras casi una década de trabajo asociativo, hace poco más de un año se formó la Cooperativa Agroindustrial Fewufe, que reúne a once productores ovinos de la comuna, quienes tienen alrededor de 150 ovejas per cápita.
"Somos todos de la comuna pero de diferentes sectores. Empezamos como un comité, donde trabajamos con Inia Carillanca, que nos ayudó mucho en la formación del grupo. Luego nos convertimos en asociación, con la que seguimos trabajando, pero dentro de ésta, once productores decidimos formar esta cooperativa", explica Levío.
Dentro de los proyectos de la planta, está el generar la lana necesaria para abastecer a los artesanos textiles de la Región, que dado la falta de una procesadora de este tipo, tienen que hilar la lana manualmente o comprarla fuera de la Región.
"En La Araucanía hay alrededor de 1.200 artesanos textiles, pero gran parte de ellos compra la lana fuera de la Región, por lo que efectivamente carecen del producto", señala Carmen Gloria Aravena, directora regional de Sercotec.
Aravena destaca que este es un negocio con amplias posiblidades de crecimiento, por lo que se pretende seguir brindando asesoría técnica a la Cooperativa Fewufe, para que puedan enfrentarse con las competencias necesarias al mercado.
Además, otra de las iniciativas que cubre este proyecto es el trabajo asociativo con artesanos regionales, quienes se encargarán de tinturar naturalmente la lana blanca. "Este es un proyecto grande que va a beneficiar a muchas personas", recalcó Jeannette Levío.
Dos son las máquinas adquiridas para realizar el proceso lanero, el cual parte con la materia prima (vellón), pasando por una serie de procesos artesanales, para finalmente entregar una fibra de lana hilada.
"Las máquinas eran de un italiano que trabajó 45 años como pequeño industrial en Santiago. Él quería jubilar y que alguna persona le diera uso a sus máquinas, que están en perfecto estado", relata la directora de Sercotec.
Es así como éstas arribaron el 5 de septiembre a Lautaro junto a un equipo que se encargó de capacitar a Hernán Araneda, productor ovino y ahora jefe de máquinas de la planta. "Quienes nos vinieron a enseñar, fueron muy buenas personas. Yo aprendí con ellos todo el funcionamiento", cuenta Araneda.
Otro de los alcances del proyecto lanero, es que contará, por aproximadamente dos años, con la ayuda técnica y comercial de un experto japonés experto en comercialización asociativa en pequeña agricultura. "Llevamos cinco años trabajando con la Agencia de Cooperación Japonesa. Trabajamos muchos años en temas de mejoras internas, y ahora nos empezamos a abrir para traerlos en acciones específicas. Ellos ya tienen experiencia en Latinoamérica y países de África, y nos vienen a enseñar muchísimo", indica Carmen Gloria Aravena.