Ausencia deespecialistas
Suman y siguen los reclamos de los pacientes de la salud pública ante la insuficiencia de especialistas en los consultorios de Temuco y, más aún, de la carencia total de los mismos, tanto en el Miraflores como en Amanecer. Por cierto, ante la falta de estadísticas públicas, resulta complejo concluir si esta ausencia es ocasional o frecuente y cuán prolongadas sean las mismas. Tampoco se ha informado si ellas obedecen a razones administrativas o simplemente la falta de estos profesionales en las respectivas plantas.
Tras esas legítimas dudas hay sí un hecho concreto, en el sentido de que los pacientes no pueden acceder a un especialista y el mayor porcentaje de ellos no dispone de recursos como para pagar a un médico en la atención privada.
Lo anterior da cuenta de las necesidades dramáticas que hay en la salud pública, mientras se hace esfuerzos potentes para que La Araucanía y el país cuenten con un número muy superior de especialistas, aportando el ministerio los recursos y las universidades sus capacidades de perfeccionamiento; no basta disponer sólo del dinero.
Recién se ha conocido al primer anestesista formado en la Universidad de La Frontera, un facultativo penquista, lo que constituye desde ya un buen síntoma de que la situación muestra tendencia a mejorar y que promociones sucesivas de especialistas podrán atender en la salud pública y mejorar la triste situación que viven las personas de sectores socioeconómicos vulnerables. Otros siete médicos están en proceso, dos de los cuales egresarán en enero de 2015 y cumplirán funciones en el Hospital Regional.
El cómo se ha llegado a esta situación es producto de la falta de visión y preocupación de los diferentes gobiernos. La preparación de los especialistas es un proceso largo y se precisa de una fuerte inversión para pagarla y, simultáneamente, lograr que esos egresados trabajen en la salud pública cuando es el ministerio el que cancela las becas.
Es de esperar que estas graves fallas se vayan solucionando y las personas sin recursos tengan el legítimo derecho a una salud digna y de calidad.