Pichicautin: El barrio que nació de una toma de obreros en la periferia de la ciudad
HISTORIA. Pichicautín, limitado por un talud en el norte (debajo de la ciclovía donde antes pasaba el tren) y el canal Pichi Cautín por el sur, es uno de los sectores de Temuco que más ha florecido en los últimos años.
El Barrio de Pichicautín (que en mapudungun vendría significando 'pequeña caza de patos'), está delimitado por dos elementos naturales: el talud existente por el norte, debajo de la ciclovía donde antes pasaba el tren, y el canal Pichi Cautín por el sur. Ello significa en buen romance que durante años el sector tuvo un difícil acceso a la urbe.
LÍMITES
"Fue terrible por ejemplo cuando hace años hubo un incendio y varios niños murieron por no llegar a tiempo al hospital, porque los accesos al centro eran muy complicados", relata la señora Irma Soto, tesorera de la Junta de Vecinos N°18 del sector.
La pobladora asegura a El Austral que en el tiempo presente los límites exactos de Pichicautín son las calles Imperial por el norte, Los Poetas por el sur, Prat por el este (hace algunas décadas a veces incluso había que pedir salvoconducto al Regimiento Tucapel para ingresar al barrio) y Carrera por el oeste".
Pero en el tiempo presente, la tesorera de la sede se manifiesta optimista, pues gracias a la organización ha habido progresos evidentes. "Antes, esto era un barrial y el tema de la seguridad pública, con iluminación muy precaria, daba que hablar. La sede se construyó en el primer período de la Presidenta Bachelet y nadie puede dudar que se ha avanzado; pero nos preocupa el tema del consumo excesivo de drogas y alcohol, que es transversal a toda la sociedad, pero acá se estigmatiza más. Nosotros arrendamos la sede a muy bajo costo a los vecinos, para actividades como peñas, pero están muy reguladas y jamás se ha quebrado ni un plato".
UNA BIBLIOTECA
El centro neurálgico de Pichicautín, de calle José del Rosario Muñoz, está conformado por una multicancha techada, una cancha de bicicross y skate, la mentada sede vecinal (cuando El Austral la visitó, el municipio vacunaba perros, como a Puntito y a Rosco, de Macarena Santibáñez y Renato García, respectivamente, joven este último nacido y criado acá), y una biblioteca, que según su encargada es una suerte de lugar de encuentro.
"Acá todos los días vienen niños, adultos mayores y gente interesada en la lectura y en hacer comunidad. Funcionamos desde abril del año 2013 (la biblioteca estaba antes en una mediagua) y la respuesta del público, como usted puede ver, ha sido satisfactoria".
Llama la atención un grupo de niños que en lugar de fatigar su tiempo frente al televisor, se divierte recortando, en el inmueble que resguarda libros bastante ponderables. Se trata de Priscila Becerra, Arely Becerra, Catalina Díaz, María Riquelme y Francisco Navarrete, "que desde pequeñito viene acá al recinto, pues debo decirle que la presencia de niños le da más alegría a mi trabajo", asegura la encargada de la biblioteca.
También es dable mencionar que en la misma calle José del Rosario Muñoz (n° 427) , se encuentra la capilla Nuestra Señora de Fátima, y algo más allá un expendio de bebidas con algo de bucólico.
LAS TOMAS
Es preciso aclarar que los inicios del barrio se remontan a asentamientos informales acaecidos a partir de 1935, ante todo por parte de campesinos que migraron buscando empleo a la ciudad. Pero con posterioridad fueron los obreros -como por ejemplo los de la Empresa de Comercio Agrícola (ECA), que estaba emplazada en calle Prat- quienes acometieron tales tomas, como por ejemplo la más famosa, la de 1949 .
Don José Rubilar Soto (89 años), que llegó a Temuco en el 43, donde al poco andar conociera a Mariela Quilodrán, su señora hasta hoy, nos dice que en los 40 la gente se veía obligada a acceder a estos terrenos mediante tomas, pues los alrededores de Temuco eran propiedad del latifundio, "por ejemplo Las Quilas, hacia el oeste, era propiedad del fundo Mora", asegura don José.
DON LUIS YÁÑEZ
Don Luis Yáñez, quien entre otros sitios trabajara de administrativo en el céntrico Hotel Frontera ("ahí conocí al inmortal Carolo", quien fuera por años conductor de los móviles de El Austral) lleva 44 años en el barrio y asegura que el futuro se ve bien, y que si se desarrolla el tema de la Isla Cautín, las cosas pueden estar aún mejor: "Como alguna vez se dijo, la lucha continúa".
1935 fue la primera toma
de las cinco etapas de asentamiento informal en el sector, las que se regularizaron del todo en el año 2000. 1949
fue el año en que se hizo la principal toma de terrenos en Pichicautín, por parte de obreros de la empresa ECA.