Eduardo Henríquez O.
Hace tres años la musicóloga y cantante mapuche Elisa Avendaño Curaqueo se encuentra en Chile con el director artístico samoano Lemi Ponifasio. A partir de entonces entablan un diálogo creativo que decanta en una obra en común, el ceremonial "Mau Mapuche", relación que este año continúa dando frutos, esta vez con un nuevo trabajo que recorre escenarios de Austria y Alemania, y donde Avendaño es la única representante del continente americano.
Desde principios de mayo, la artista padrelascasina forma parte de dos proyectos originales dirigidos y creados por este artista nacido en Samoa (Nueva Zelanda), a los cuales aporta música y canto mapuche.
Una de esas obras es "De pie en el tiempo", propuesta escénica que entrelaza música, danza y teatro para reflexionar acerca de la vida, la muerte y el maltrato hacia las mujeres y los niños, y dentro de las cuales se cruzan expresiones en lengua maorí y, por supuesto, en mapudungún, discursos que - a juicio del propio director - no requieren de traducción, ya que están presentados de tal forma y de manera tan intensa que la audiencia consigue entender todo.
Demandante y precioso
A dos presentaciones de cerrar su gira por escenarios de Austria y Alemania, Elisa Avendaño Curaqueo explica desde la ciudad de Hamburgo que este ha sido un trabajo demandante, pero precioso, al punto que le ha dejado el corazón pleno de emociones y una experiencia única para contar.
"La mayoría de las artistas de la compañía son maorís, yo soy la única mapuche", comenta la padrelascasina. "La obra más grande que hacemos integra a 200 personas en escena. En ella lo que hacemos es reflexionar sobre las miserias de la humanidad en general. En una de las obras de Lemi (Ponifasio) yo aporto la música del kultrún y en la otra sólo participo con mi voz", comenta Avendaño.
La musicóloga indígena destaca el profesionalismo de la compañía con la que ha compartido este mes en lo que es su primera incursión a escenarios de Europa, pero sobre todo destaca la calidad humana de sus compañeras maorís. "Este es un trabajo ciento por ciento profesional. Las presentaciones requieren precisión y mucha concentración de parte de todos los integrantes. En esto debo decir que mis compañeras han sido pacientes conmigo y, es más, yo siento que me cuidan mucho", confiesa la artista del Wallmapu.
Acerca de la diferencia de idiomas, Elisa Avendaño reconoce que si bien el equipo incluye un traductor, este no está siempre presente, pese a ello ha logrado sortear las barreras idiomáticas, y con mucha sabiduría.
"Finalmente, en la compañía principal somos todas mujeres, así que nos entendemos de alguna manera. Mi mamá entendía el idioma de los pájaros. Yo trato de entender los diversos lenguajes en este encuentro con personas del mundo", declara la musicóloga mapuche que antes de viajar al Viejo Continente, sólo había visitado con su arte Centro América, Canadá y México.
Feria Pinto celebró la "Porotada" 2017
Los locatarios del principal centro de abasto de Temuco, la Feria Pinto, se unieron ayer a los festejos por el Día del Patrimonio Cultural de Chile, y lo hicieron con una nueva versión de la tradicional "Porotada".
Armados con varios peroles y los brazos cariñosos de varias cocineras, los feriantes temuquenses pusieron ayer el toque criollo a esta fiesta nacional que cada año se celebra el último domingo (o fin de semana) de mayo.
Con un total de 100 kilos de esta famosa y contundente legumbre, los locatarios prepararon varias ollas de porotos con rienda para compartir con los visitantes del lugar.
La "Porotada" es una expresión ad-hoc al espíritu de este centro de abasto que tiene historia en Temuco y hace tiempo es postulado por sus dirigentes para que sea reconocido como sector patrimonial.
María Valenzuela, una de las voluntarias que participó de la versión 2017, precisó que se elige el poroto para esta actividad porque es un producto muy sano y compartirlo en un plato caliente con la comunidad es una forma de dar las gracias por el trabajo de cada año.