Comuneros mantienen ayuno pese a visitas de C. Médico y Felipe Berríos
CASO IGLESIAS. La mediación del sacerdote fue una de las peticiones de los cuatro huelguistas que llevan 105 días sin consumir alimentos en la cárcel de Temuco.
Los cuatro comuneros mapuches imputados por la investigación de quema de iglesias en La Araucanía ya presentan dolencias físicas y complicaciones mentales a raíz de la huelga de hambre que iniciaron hace 105 días, según las observaciones de funcionarios del Colegio Médico.
Los pacientes se negaron a deponer su manifestación, pese a la presencia del Departamento de Derechos Humanos del gremio médico y del sacerdote jesuita Felipe Berríos quien había sido llamado por los mismos comuneros con el objetivo de mediar con el Gobierno.
El gremio médico explicitó que el caso más grave, el de Benito Trangol, que ha mostrado "problemas neurológicos que se empiezan a evidenciar por una encefalopatía de Wernicke", dijo el médico Waldo Wilkinson, a lo que agregó que "hubo dos días que dejó de recibir líquido por boca y en ese contexto se descompensó el paciente (...) está lento para pensar". Además Wilkinson explicó que otro de los pacientes, Alfredo Tralcal, presentó hemorragias.
Enrique Morales, presidente del Departamento de DD.HH. del Colegio, expresó que en el código profesional no pueden atender a un huelguista contra su voluntad, aunque advirtió que "deben tomarse decisiones pronto (...) no tenemos mucho más tiempo digamos para que se pueda resolver los problemas".
Los manifestantes habían establecido un petitorio, en el que además de la ayuda del sacerdote jesuita, exigían que se retire la querella bajo la Ley Antiterrorista en su contra.
El padre Berríos marcó su rol como mediador neutral, sin representaciones, en esta oportunidad. "Yo no soy ninguna autoridad, estoy fuera de esto (...) Pero yo vengo porque no me puedo negar como cualquier chileno bien nacido", dijo el religioso que dejó Antofagasta estos días de celebración para atender de forma anticipada el requerimiento.
REUNIóN CON INTENDENTE (S)
Según lo que manifestó Berríos, los comuneros le contaron de su sensación de injusticia por su detención y su situación socioeconómica. El objetivo del sacerdote es transmitir este relato, junto con la situación médica de ellos, al intendente subrogante, Ricardo Chancerel, en una reunión ocurrida la tarde de ayer.
"Se mostró bastante interesado en conocer la versión del Colegio Médico sobre el estado de salud (...) también de la posibilidad de algún encuentro con la familia de los huelguistas. Me dio la impresión de que estaba preocupado y mostró bastante interés", consignó Berríos, quien reparó en que su intención no fue presionar para conseguir objetivos con las autoridades regionales.
El intendente subrogante de La Araucanía, Ricardo Chancerel, por su parte, enfatizó en que "no está contemplado que bajemos la Ley Antiterrorista" y argumentó que el proceso en curso está radicado en el Poder Judicial.
"Si los comuneros son responsables, culpables o inocentes, es algo que dictaminará la justicia prontamente. Este 27 se desarrollará la audiencia de preparación de juicio oral, por lo tanto lo que corresponde es que opere la institucionalidad. Dejemos que los tribunales puedan referirse en forma libre y sin presiones, porque eso es lo que corresponde a un Estado de Derecho", consignó.
De todas formas, Chancerel aseguró que el interés del Gobierno es preservar la vida de los comuneros. Respecto a la situación de reclusión que viven los imputados, Chancerel defendió la acción judicial interpuesta. "Lo que ha hecho el Ejecutivo es interponer una querella en su momento ante la gravedad de los hechos. Quiero recordar que aquí hablamos de la quema de un templo con personas en su interior (...) afecta gravemente lo más preciado que tienen las personas y también la propias comunidades, que es su fe", dijo la autoridad.