Rodrigo Zamorano C.
Diez años de cárcel arriesga el carabinero que es investigado por la Fiscalía de balear en la espalda al joven Brandon Hernández Huentecol, mientras se efectuaba un procedimiento policial en la localidad de Curaco, en Victoria, el año 2016.
Se trata del sargento segundo de Fuerzas Especiales de Carabineros, Cristián Rivera Silva, quien fue acusado por el Ministerio Público del delito de apremios ilegítimos y el cuasidelito de lesiones graves.
El imputado arriesga por el cuasidelito de lesiones graves una pena de 541 días de presidio, mientras que por los apremios ilegítimos la pena que se pide es de 10 años de presidio.
Antecedentes
Roberto Garrido, fiscal jefe de la Unidad de Derechos Humanos, afirmó que la indagatoria reunió antecedentes que permiten acreditar la existencia del delito y que demuestran la participación de Rivera.
"La Fiscalía ha decidido imputarle responsabilidad por apremios ilegítimos contra la víctima, en el curso del cual también producto de una negligencia se disparó el arma que portaba por lo que atribuimos además responsabilidad criminal en el cuasidelito de lesiones graves", dijo Garrido, quien indicó que de imponerse la pena, ésta debe ser cumplida de forma efectiva en un recinto carcelario.
Cabe precisar que en la indagatoria, que lleva el fiscal Nelson Moreno, se conoció que el carabinero formalizado ya presentaba una condena por un delito similar.
"El acusado figura con una condena por un cuasidelito de lesiones, que se habría producido por el disparo accidental de un arma de fuego que estaba a su cargo", detalló el fiscal Roberto Garrido.
Al ser consultado por la forma en que ocurrió el hecho, el fiscal Garrido aseveró que hay un elemento esencial en la indagatoria, esto es "el abuso en la función policial", dice el persecutor, quien sostiene que el imputado ejerció una acción que no está autorizada por la legislación y que "es constitutiva de un apremio ilegítimo".
Garrido explica que los medios probatorios con que cuenta la Fiscalía se basan en la declaración de la víctima, los peritajes en torno a su estado de salud y la reconstitución de escena que se llevó a cabo en marzo del año 2017, en Curaco.
En la acusación, la Fiscalía ofrece un total de 37 testigos, entre los que se cuenta una declaración de Brandon Hernández y testimonios de su familia.
Asimismo se ofrecen 31 documentos de prueba y el testimonio de 17 peritos que explicarán en juicio las diversas diligencias que efectuó la Fiscalía para indagar la causa.
EL DISPARO
La investigación de la Fiscalía precisa que el 18 de diciembre de 2016, mientras se realizaba un operativo de Carabineros destinado a controlar un vehículo, el estudiante Brandon Hernández salió de su domicilio para socorrer a su hermano menor quien fue tomado por la policía.
Tras ello el sargento segundo Rivera obligó a Brandon a lanzarse al suelo, para luego apuntarlo con un arma de fuego, la que no estaba con su seguro activado.
Fue en ese momento en que el funcionario policial tras una "imprudencia temeraria" disparó contra el estudiante por la espalda mientras se encontraba en el suelo.