En el acceso al Frontera Country Club permaneció colgado durante la jornada de ayer el bolso de golf de uno de los socios que vendió sus acciones a Pocuro en noviembre del año pasado.
Lo anterior, en el marco de la toma que realizaron unos 50 accionistas minoritarios con el objetivo de impedir que se realizara la primera junta de accionistas anual.
La medida de presión es la primera que impulsan los accionistas disidentes, luego de que Pocuro se convirtiera en diciembre del año pasado en el socio mayoritario del club social y deportivo con la adquisición del 56% de las acciones, a través de una polémica oferta pública de acciones (OPA).
"Colgamos el bolso de Risaldo Fuentes (ex accionista que integró la administración), cual trofeo de guerra y nos vimos obligados a tomar una decisión de esta naturaleza", declaró el vocero de la toma, Ramón Rosende.
JUNTA
JUNTA
La Policía de Investigaciones por orden del primer Juzgado Civil de Temuco, a instancias de la querella que patrocina el abogado Fuad Halabí por irregularidades en el proceso de compra, incautó en noviembre del año pasado los libros de las sesiones y balances del directorio.
A consecuencia de ello, el actual directorio integrado mayoritariamente por representantes de Pocuro, no había podido llamar a la junta anual de accionistas que debió hacerse durante el primer cuatrimestre del año.
Dichos documentos fueron devueltos a la actual administración por la Brigada de Delitos Económicos de la PDI luego de haber realizado la investigación que solicitó el fiscal que lleva la causa, Luis Arroyo.
Fue el actual director de la sociedad y gerente regional de Pocuro, Erwin Müller, quien había convocado a la junta anual, la que finalmente no se hizo.
"En una acción que considero de tipo infantil no dejaron realizar la junta de accionistas que era precisamente para aprobar los balances y renovar directorio. Como ya no tienen las razones legales decidieron utilizar medidas de presión", señaló Müller, quien dijo que tiene hasta diciembre para realizar la junta de accionistas.
Respecto de los compromisos adquiridos, Müller enfatizó que "no hemos incumplido ninguno" y, por lo tanto, "no debiera haber desconfianza. Son ellos los que incumplen y no pagan las cuotas sociales", acotó el empresario.
Respecto de esta acusación, el golfista Cristian Figueroa, quien ayer estaba en la toma, señaló que "cuando hemos querido cancelar las cuotas no nos reciben el dinero: es obvio que lo que buscan es llevar al club a la quiebra para poder vender".
Rosende, por su parte, manifestó que "durante este año esta administración a cuenta de una mala gestión ha generado pérdidas mensuales cercanas al millón y medio de pesos", recalcó.
ACUERDO
ACUERDO
El vocero de la toma, Ramón Rosende, precisó que lo que buscan en calidad de accionistas minoritarios es lograr un acuerdo con el actual directorio de la sociedad en donde el municipio oficie de garante.
"Lo que queremos es lograr un acuerdo con este directorio que por lo demás es ilegal y que se nos garantice, teniendo al municipio como mediador, que no se van a intervenir los espacios deportivos", dijo.