Un 85% de las denuncias que llegan a la justicia por violencia contra la mujer quedan en nada en La Araucanía, es decir sin ningún tipo de sanción efectiva, ya sea por salidas judiciales o no judiciales a las cuales recurren los fiscales para no continuar con la investigación.
Así lo revela una investigación sobre femicidio en Chile entre los años 2010 y 2012 efectuada por la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, donde se abordan dimensiones no cubiertas por los datos oficiales, como el femicidio no íntimo, suicidio femicida y el asesinato de hijos e hijas como una forma de castigar a la mujer, también llamado "castigo femicida".
De acuerdo a lo informado por Paula Santana, antropóloga y coordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia; Lorena Astudillo, abogada de la organización y Susana Cofré, periodista e integrante de la agrupación feminista Segundo Patio, los datos son de enorme relevancia para La Araucanía considerando que la ubica dentro de las tres regiones con los porcentajes más altos de femicidios en el período estudiado. Las regiones con mayor porcentaje de femicidios son la Región Metropolitana, donde entre 2010 y 2012 han ocurrido el 31,4% de los femicidios, seguida de la Región del Bío Bío, con un 10,3%, la Región Del Maule también con 10,3% y la Región de La Araucanía, con un 9%.
Al mismo tiempo, del total de denuncias, sobre un 55% son mujeres con lesiones ocasionadas por el agresor y tan sólo un 27% de todas las denuncias ha tenido algún detenido. "Por lo tanto, esto significa que las mujeres van con sus lesiones, hacen constatación de lesiones y no pasa absolutamente nada", señalan y dicen que como Red Chilena las cifras son muy diferentes a las oficiales que maneja el Sernam o el Ministerio Público considerando que "el 2013 nosotros contabilizamos 55 femicidios a nivel nacional, (para el Sernam fueron 36) de los cuales cinco han ocurrido en La Araucanía, mientras que según las cifras oficiales en esta Región han ocurrido sólo tres porque no se incluyen a las dos niñas que fueron asesinadas por su padre en Lumaco, correspondiendo al llamado castigo femicida donde el agresor mata al hijo o a algún familiar muy querido de la mujer para causarle un enorme daño a ella en vida".
Otra de las dimensiones que aborda el estudio corresponde al suicidio de mujeres a raíz de violencia reiterada. En este caso, La Araucanía es la quinta región donde más mujeres se suicidan. "Este punto no lo tenemos analizado por regiones, pero de lo ocurrido en la Región Metropolitana concluimos que existe una estrecha relación entre las mujeres que se suicidan y las que tienen denuncias por violencia intrafamiliar. En la RM, un 16% de las mujeres que se suicidaron tenían antecedentes de violencia, entonces pensamos que en definitiva puede ser la punta de un iceberg el caso de muchas que no denuncian y que terminan suicidándose", aseguran.
Cabe destacar que entre un 23% y un 30% de los femicidios ocurridos en Chile entre 2010 y 2012 no corresponden al tipo de femicidio contemplado en la Ley, es decir, mujeres que son asesinadas por hombres desconocidos, conocidos sin relación de intimidad, clientes, otro pariente (hijo, nieto). Entre un 11% y un 18% del total de femicidios corresponden a femicidios no íntimos (sin relación de intimidad o parentesco).
Según la Red, otra arista del problema es la gran desprotección en la que se encuentran las mujeres, pues en el 45% de los femicidios ocurridos en el periodo del estudio, existían causas previas por violencia intrafamiliar, es decir, las instituciones públicas estaban en conocimiento de la situación de riesgo que la mujer corría. Por otro lado, la mayoría de los asesinatos ocurre antes de los primeros tres meses desde la última denuncia.
En opinión de las representantes de la Red, un aspecto criticable de la actual ley es que no tiene una sanción efectiva. Según la abogada Lorena Astudillo, "a lo máximo que se puede aspirar en un caso donde ha habido lesiones es a una multa de media a 15 UTM y a un año en que el agresor no puede acercarse a la mujer agredida. Lo otro es que existe la figura del maltrato habitual que no debiera existir bajo ningún punto de vista porque eso en el marco de leyes internacionales está desacreditado totalmente y no debiera existir porque obliga a la mujer a comprobar que ha sido un proceso reiterado de maltrato. Es decir, de todos los delitos que existen, este es el único donde tiene que pasar varias veces. Si a mí me quitan la cartera en el centro eso es delito, sin embargo si a mí me pegan no es delito porque me tienen que pegar varias veces para que sea un delito", expresó la jurista quien apunta además a la necesidad de implementar políticas educativas donde a los niños y niñas se les enseñe a no establecer esta relación de poder de uno por sobre el otro, sino que exista un espacio de igualdad de los derechos que tienen ambos.