Leonardo Riquelme

"Cada vez me duelen más", confidenció a la organización Ignacio Casale mirándose las manos el jueves, cuando llegó a la meta de El Salvador. Las molestias en la última semana se intensificaron, pero para "El Perro" estas no eran más que piedras en el camino para cumplir su sueño: ganar el rally Dakar 2014.

Y lo logró. El santiaguino de 26 años se impuso ayer en la categoría quads y le dio por primera vez a Chile un título en la carrera más dura del mundo.

"Estoy en shock. Me esforcé mucho para que esto llegara", dijo a los medios tras arribar a la meta en Illapel, en la Región de Coquimbo. "No siento las manos. Desde hace dos días que no podía agarrar el manubrio de la moto", insistió.

La razón de sus dolencias se explican por la presión que debía ejercer sobre el manillar del quad y las duras condiciones del camino. Entre los pilotos se llamó a a esta versión del Dakar como "La Odisea", por las rudas condiciones que les planteó el trazado, que tuvo altura, calor, arena, piedras y escasas rutas de cemento.

Aunque desde hace dos jornadas que había incrementado la distancia sobre sus perseguidores, Casale no quería festejar antes de tiempo, pero ayer en Illapel dio rienda suelta a su alegría.

"El Dakar no termina hasta que bajan la bandera. Para los últimos 130 kilómetros no quería celebrar, porque podía pasar cualquier cosa, embarrarla", comentó, aunque reconoció que "en los últimos 20 o 30 kilómetros iba prácticamente llorando arriba de la moto".

El piloto de Yamaha superó por más de una hora a su escolta en la general, el polaco Rafal Sonik, cuyo equipo había acusado al chileno el viernes de recibir ayuda en la reparación de una llanta en un de las etapas, con lo que buscaba que fuera penalizado con la resta de tres horas, lo que en la práctica era privarlo del título. Pero la organización desechó a denuncia.

"Con Sonik no tengo ningún problema, no le tengo ningún rencor, es una buena persona, pero en esta carrera yo fui mejor", respondió Casale. "Yo hice una carrera muy limpia, hice lo que tenía que hacer", añadió.

A pesar de su juventud, Casale tiene una peculiar historia en el Dakar. El 2010 compitió junto a su padre en camiones y el 2011 lo hizo en motos. El 2012 debutó en las quads, donde llegó en cuarto lugar tras los reyes de la prueba, los hermanos Patronelli, de Argentina. El 2013 fue segundo tras Marco Patronelli, que se retiró la semana pasada.

Los intensos dolores llevaron a Casale a comentar en El Salvador que "en principio" estaba pensando en competir en coches en la edición del 2015. "Es el momento, no puedo seguir así", dijo a la organización.