La Dirección de Obras del municipio de Temuco quedó en la lupa tras conocerse el reclamo del gremio de la construcción.
No sólo la áspera polémica sobre el fallido plan para modificar el retiro de la basura domiciliaria dejó como huella el extenso paro de los funcionarios municipales en Temuco. En silencio se estuvo larvando en los meses siguientes otra polémica igual de grave, ya no en materia medioambiental ni de salud pública, sino que en la certeza que necesitan los empresarios para poder invertir en la capital regional.
Después de vanos intentos por conseguir un cambio en la actitud del municipio, finalmente la delegación regional de la Cámara Chilena de la Construcción y el Colegio de Arquitectos se decidieron a levantar la voz y alertar respecto de las perniciosas consecuencias que está arrojando la falta de diligencia en la Dirección de Obras de la corporación edilicia. Según sus dichos, los permisos de edificación y otros trámites requeridos para el desarrollo inmobiliario llevan ya un retraso de tres meses en su aprobación, atraso producido por la falta de profesionales calificados, una burocracia que antes no existía y carencia de recursos en una dependencia tan vital como lo es Obras para agilizar el crecimiento urbano.
Aparentemente el municipio -pues no se han entregado mayores luces sobre esto- optó por reducir los gastos en que incurría en la remuneración de profesionales arquitectos en la Dirección de Obras, provocando que los trámites que antes se demoraban un mes, ahora lleven ya 90 días, y contando. Coincidencia o no, es la misma razón, la reducción de costos, la que hace unas semanas desembocó en un desaguisado de porte mayor para el municipio, cuando resolvió reducir los días de servicio de recolección de la basura. Como se recordará, la ausencia de planificación, comunicación y fiscalización convirtieron a esta medida en un sonado fracaso.
Si el municipio ha tomado decisiones de este tipo en dos áreas tan sensibles, significa entonces que hay desempeños financieros que no han sido los esperados, o bien sencillamente a una errada planificación. Cualquiera de las dos razones llaman la atención en un municipio de la magnitud e importancia de Temuco.