Tania Márquez

Una comisión compuesta por abogados, auditores e ingenieros comerciales del actual Gobierno y de los entrantes, comenzará a funcionar la próxima semana para preparar el traspaso de mando, con todos los detalles técnicos y políticos necesarios.

Así lo informaron el actual intendente Andrés Molina y el futuro intendente Francisco Huenchumilla, quienes ayer por primera vez se encontraron en una reunión privada que se extendió por más de una hora y media.

En la ocasión también se trató el tema de los futuros cambios y despidos, para lo cual ambos aseguraron que serán las figuras políticas las que obviamente tendrán que dejar sus cargos y comenzar una nueva etapa, eso sí, siempre considerando que habrá algunos programas y recursos que deberán permanecer.

La conversación partió a las 10 de la mañana en el tercer piso de la Intendencia, hasta donde llegó Huenchumilla acompañado de uno de sus asesores directos. Impecablemente de terno, el futuro intendente recorrió el remozado edificio, no sin antes preguntar por algunas dependencias que fueron modificadas tras el terremoto.

En la oficina más amplia del edificio esperaba algo intranquilo, y luego de sus vacaciones, el actual intendente Andrés Molina, junto a sus asesores más cercanos. Sirvieron café, conversaron un rato para ser fotografiados y luego cerraron las puertas, para durante una hora y media compartir una serie de temas que obviamente en su mayoría quedarán en reserva.

Fue en esa conversación que Huenchumilla aseguró que desde el próximo martes se creará una comisión que trabajará a la par con el Gobierno de la Alianza, para intercambiar documentos y dejar transparentados el proceso de cambio de mando que se realizará el día 11.

"Intercambiamos puntos de vista sobre lo que ha sido el Gobierno Regional y las tareas que uno tiene, pero fundamentalmente en el marco de mucho respeto y un buen diálogo. La idea es que podamos hacer un traspaso de mando lo más fluido posible, con respeto, porque es una continuidad del Estado. Además concordamos en formar una comisión de mis representantes y del Gobierno Regional, para ver los temas operativos sobre el personal, la parte financiera y parte estructural del Gobierno, de tal manera que el nuevo intendente tenga los elementos de juicio para comenzar a trabajar el 11 de marzo mismo".

Por su parte, Molina aseguró que es un proceso protocolar, que es importante antes de dejar el Gobierno.

"Fue una reunión protocolar, algo que habla bien sobre autoridades que se conocen y que quieren lo mejor para La Araucanía. Esto debe tener tranquila a la gente. Hemos podido conversar privadamente distintos temas y al mismo tiempo ponernos de acuerdo para la ceremonia de entrega de mando el próximo 11 de marzo".

Respecto al tema de los posibles despidos, donde el propio presidente de la UDI, Rafael García, dijo que había temor de un desalojo masivo; el futuro intendente aseguró que efectivamente habrá cambios, pero que se trata de modificaciones específicas y políticas.

"El tema del personal también lo verá esta comisión, como los cargos de confianza, los contratos pendientes y otros temas, en base a lo que me informen en su momento tendré que tomar las decisiones correspondientes. Aquí en ningún momento podemos hablar de despidos masivos, eso es improcedente, pero aquí lo que tienen que tener claro es que hay un cambio de colación de Gobierno y los cargos políticos naturalmente tienen que ser cambiados. Cuando yo perdí me tuve que ir a la casa, cuando una coalición política pierde los dirigentes políticos que están en el Gobierno deben irse, pero eso no afecta para nada a funcionarios que cumplen tareas profesionales", aseguró la nueva autoridad.

Agregó que "no es elegante" dejar amarrados contratos a última hora y que eso también será analizado.