Permanentemente tanto la Ruta 5 Sur como otras carreteras pavimentadas de La Araucanía están siendo testigos de accidentes con resultado de muerte y heridos de consideración, una alta tasa de accidentabilidad que no se condice con los evidentes mejoramientos que ha tenido el aparato vial en los años precedentes.

No cabe duda, y así lo indican las investigaciones periciales, el factor humano es el primero entre los elementos causantes de estas tragedias; no así la falta de estructuras camineras o la mala condición de las mismas. Hasta antes de la doble vía en el Longitudinal se atribuía a la falta de ella el cúmulo de accidentes; igual fenómeno se aprecia en la ruta Freire- Villarrica y Villarrica- Pucón. Sin embargo, desde que existe la moderna doble vía la bitácora policial anota accidentes de proporciones, lo que habla de la irresponsabilidad de los conductores, los grandes culpables de estas tragedias.

Los choques frontales en la Ruta 5 Sur han sido reemplazados por impactos por alcance, vale decir ni tan siquiera se toma la precaución de guardar una mínima distancia, incluso en los casos en que buses han sido los protagonistas.

No hay fallas en las carreteras; tampoco las hay en los vehículos y, en consecuencia, es el factor humano el que hizo algo que no debió hacer o no hizo lo que sí debía hacer. Son, entonces, las acciones u omisiones, las que llevan a que se produzcan accidentes de estas características.

No es, tampoco, falta de conocimiento de ciertas normas básicas de seguridad al conducir, sino irrespeto por ellas, actitudes temerarias, el deseo desafiante de llegar primero lo que lleva a resultados de este tipo.

El anhelo es que las nuevas exigencias para otorgar la licencia de conducir sean un aporte, que el futuro conductor entienda que detrás de la severidad con que se le ha tratado en el gabinete sicotécnico hay razones muy bien fundadas. Y que aquello que sabe debe llevarlo a la práctica conduciendo en forma responsable para así evitar accidentes que son de su exclusiva responsabilidad.

H acía saping entre domingo de goles y el festival de Viña del Mar, cuando escucho a Ricki Martin indicándole al público que movieran las manos para generar "cicatrización social"; no pude si no esbozar una sonrisa y recordar los lemas pensados por Joaquín Lavín en Chile para posicionar sus candidatos.

Lo extraño es que en este espacio sí funcionaba, la gente alucinaba moviendo sus manos y con las caras llenas de risa, aclamando a ese artista, quien finalizaba con gestos mesiánicos bendiciendo a una multitud delirante.

Después vino un espacio publicitario de una cadena de retail que escuchaba desde el baño mientras lavaba mis dientes, entre el sonido tecno de la música me pareció reconocer la canción, para mi sorpresa era: "Todo Cambia", de Julio Numhauser y popularizada por Mercedes Sosa.

Murmuré frente al espejo: "Zizek tenía razón".

El filósofo esloveno parafraseando a Marx, quien aseguraba que: "No lo saben pero lo hacen", afirma "porque lo saben es que lo hacen".

Sin duda esta escena de televisión abierta y de alto rating describe la virtuosa alianza entre marketing e ideología como herramientas indispensables para construir propuesta de valor exitosas en sociedades globalizadas y permeadas por la hegemonía ideológica de la "no ideología".

Como diría el mismo Zizek, la tiranía de la tolerancia, entendiéndose esta como un conjunto de valores y preceptos que declara como intolerante a cualquiera que los contradiga.

Estos dos casos de comunicación social nos muestran de manera ejemplificadora las tendencias desde ya hace rato instaladas en materia publicitaria.

Sin duda que los gerentes de marketing, tanto de Ricki Martin como de la tienda de retail, conocen bien su trabajo y son efectivos en su aplicación en pos de sus legítimos intereses individuales.

La pregunta final es: ¿la sociedad que recibe el mensaje, tiene hoy la capacidad de enfrentar esto en simetría de información para comportarse como los consumidores racionales que describen los libros de economía?

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director Centro de Estudios Temuco

A gran ritmo siguen los trabajos para proceder a la pavimentación del camino en el cerro Ñielol, algo más de dos kilómetros. Debido a ello se cerrará la ruta de subida y se deberá emplear la que sirve para bajar. Los anuncios indican que la pavimentación estará lista en abril y entregada al uso.

En una reunión realizada en las oficinas de la Sofo los agricultores lecheros estudiaron lo que será su política de aquí en adelante en relación con la crisis que enfrenta Parmalat. Están a la espera de que el grupo Bethia adquiera el 51 por ciento de Parmalat, lo que les daría más confianza de recuperar sus dineros.

Habrá que armarse de paciencia ya que harán trabajos de mejoramiento en el Puente Nuevo. Allí se invertirá 585 millones de pesos y se cerrarán las vías en forma alternativa para no interrumpir la salida e ingreso y hacia y desde el sur. Carpeta, baranda e iluminación serán parte de estos arreglos.