Neva Milicic: "La infancia es la casa en la que habitas el resto de tu vida"
Macarena Álvarez
Con el fin de promover las buenas relaciones y la importancia de fortalecer la autoestima de los niños en edad escolar, la destacada sicóloga nacional Neva Milicic fue la encargada de abrir el ciclo de charlas "Encuentros El Austral".
La actividad, organizada por El Austral, se realizó en el Coliseo de la Universidad Autónoma de Chile sede Temuco, contando con un amplio margen de público que superó las 600 personas.
Sicólogos, sicopedagogos, profesores, educadoras de párvulos, académicos y autoridades fueron parte del evento, el primero del ciclo de charlas que El Austral llevará a cabo durante el año.
"Autoestima y bienestar en la etapa escolar" fue el nombre de la exposición dada por la doctora en Filosofía de la Universidad de Gales (Reino Unido), quien a lo largo de su carrera se ha especializado en el desarrollo infantil y trastornos del aprendizaje.
Milicic, quien actualmente es profesora titular de la carrera de Sicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, posee varios libros de su autoría, además de escribir semanalmente la columna "Escuela para padres", de la Revista Ya de El Mercurio.
En esta ocasión, la profesional se centró en la importancia de potenciar las fortalezas de los niños, responsabilidad que radica tanto en los padres como en sus educadores, quienes deben tener claro que son los primeros años de escolaridad los que forjarán gran parte de sus futuras conductas académicas, emocionales y afectivas.
"El largo camino de la vida escolar del niño empieza en prekínder y termina en cuarto medio", fueron las primeras palabras que Neva Milicic dio en su dinámica ponencia.
La profesional hizo hincapié en la importancia de hacer de esta larga ruta un camino más agradable, recordando que no sólo se necesita desarrollar el aspecto cognitivo, sino que es primordial forjar una autoestima positiva en los niños, destacando sus habilidades.
En ese sentido, la formación escolar cumple un rol fundamental. "Educar no es corregir, es enseñar", sentenció la especialista.
Dentro de su exposición, Milicic dio como ejemplo una serie de anécdotas, vivencias propias, de sus cercanos e incluso de destacados literatos, quienes han plasmado a través de su pluma sus recuerdos de infancia.
"La infancia es la casa en la que habitas el resto de tu vida", declaró, agregando que "la ansiedad asociada al aprendizaje queda marcada como una historia decorosa".
Dentro de esta larga etapa escolar, Milicic señaló con preocupación la excesiva competitividad y discriminación de la sociedad chilena, que ha llevado a que los niños a muy temprana edad deban someterse a rigurosos procesos de selección para entrar a un colegio determinado.
"Me parece horroroso. Esta es una sociedad tremendamente competitiva, la que dificulta mucho la convivencia escolar, ya que la competencia siempre produce rabia y resentimiento. El tema de ganar y perder es muy atentatorio para la solidaridad y una sociedad más justa", recalcó la doctora de la Universidad de Gales.
La sicóloga relató que, en una de sus investigaciones, se le pidió a los niños que evocaran sus recuerdos positivos. Por unanimidad, los pequeños eligieron recuerdos asociados a su tiempo libre, y no al ambiente escolar.
"Luego les pedimos que busquen un recuerdo positivo asociado al ambiente escolar, y ninguno de ellos eligió un momento que haya ocurrido dentro de la sala de clases, sino en actividades extraescolares, paseos u otros", cuenta Milicic.
Esta falta de momentos alegres relacionados con el aula es una de las conductas de la sociedad chilena que la profesional pretende ayudar a revertir a través de sus publicaciones y charlas.
"Para que la experiencia escolar sea buena, tiene que haber un apego cercano, próximo y disponible", afirmó, agregando que "estar quietos una hora para los niños puede ser muy desgastante. Las horas del colegio pueden ser una tortura".
Dentro de las recomendaciones dadas por la especialista a los padres, la forma de exigir y los castigos dados a los niños son las áreas en las que hay que tener más cuidado y manejo para que éstas no perjudiquen la autoestima de los más pequeños.
"Todos los papás quieren que sus hijos sean el primero del curso, pero el primer lugar es para uno solo", indicó Milicic, que con esta frase pretende graficar la importancia que tiene para la formación de un niño el apoyo, comprensión y conocimiento de sus verdaderas aptitudes desde la casa.
"No se trata de decir 'muy bien', sino de acudir a la virtud, a la fortaleza que está detrás del comportamiento", aconsejó la especialista, que recomienda usar frases del tipo "dibujas muy bien, tienes muchas aptitudes", para promover que el niño quiera seguir, en este caso, dibujando.
Otra práctica habitual -que Milicic considera como una experiencia inhabilitante-, es castigar a los niños privándolos de aquellas actividades para las que son buenos, a cambio de que se fortalezcan en una disciplina.
Por ejemplo, en el caso de un niño que es bueno y disfruta mucho de jugar a la pelota, privarlo de aquel deporte hasta que suba sus notas en un ramo específico es un grave -y típico- error, puesto que "hay que reconocer las cosas que los niños hacen bien", puntualizó la especialista.
Milicic fue enfática al explicar que al coartar las fortalezas y exigir resultados en áreas que los niños no poseen aptitudes que los destaquen, trae consigo secuelas que, de adulto, son mucho más difíciles de reparar.
En relación a los cada vez más impactantes casos de violencia escolar, Neva Milicic señala que se deben tomar otras medidas, evaluando a los niños y al colegio. "El bullying siempre ha existido, pero está muy aumentada la violencia -en eso han influido los medios de comunicación- , y ahora hay mucho riesgo con el cyberbullying", advirtió.
"Estar quietos una hora para los niños puede ser muy desgastante. Las horas del colegio pueden ser una tortura".
"No se trata de decir 'muy bien', sino de acudir a la virtud, a la fortaleza que está detrás del comportamiento".
"(Los procesos de selección a edad temprana) me parecen horrorosos. Esta es una sociedad tremendamente competitiva, la que dificulta mucho la convivencia escolar".