Habitantes de la zona costera golpeados por el cierre del puente Frei Montalva
Lorenzo Lovera
Pamela Sáez, dueña de casa, viajó muy temprano ayer desde el sector de Catripulli hasta Carahue, en la zona costera de la Región. El bus la dejó junto a su pequeña hija Fabiola, de año y medio, en el acceso norte del puente Frei Montalva, que se encuentra sólo con tránsito de peatones debido al colapso de dos de sus 10 tensores. Debió pagar $200 extra al bus que la esperaba al otro lado del viaducto y que finalmente la dejó en el paradero.
Esta es la cara humana del cierre repentino e indefinido del viaducto de Carahue, tras el corte de dos de sus tensores. Una situación -que según algunos- se pudo prevenir porque era de conocimiento de las autoridades que hace 15 años la estructura no era revisada.
Pamela Sáez tampoco pudo hacer compras, ya que al estar sola con su guagua, no puede cargar con bolsas, y más aún, debe caminar los 145 metros de la estructura cargada para abordar el bus que la llevará a casa.
Este problema, sumado al de los "piratas" que se ofrecen a realizar fletes cobrando elevados precios, la demora en los viajes, falta de garitas o paraderos para la lluvia y el nulo resguardo en los accesos al puente, tienen molestos a los habitantes de las zonas de Puerto Domínguez, Puerto Saavedra y sus interiores.
Algunos vecinos deben esperar una hora más para llegar a sus casas, hecho que ha afectado a cientos de personas desde el cierre del viaducto.
Felardina Caullán, de Catripulli, agregó que "las personas no pueden comprar lo mismo de antes, ya que muchos viajan a los consultorios o la ciudad con sus pequeños hijos y por eso se limitan a la hora de comprar provisiones".
Otro punto que tiene preocupada a la ciudadanía costera es la falta de lugares donde cobijarse de la lluvia, más ahora, cuando se aproximan las precipitaciones.
"Eso es preocupante, hay mucha gente de la tercera edad que debe caminar todo el puente y después no tiene dónde taparse de la lluvia, porque a veces hay que esperar mucho las micros para poder viajar", dijo Agustina Painique.
La mujer agregó que en una oportunidad "un taxi me quería cobrar 8 mil pesos desde Carahue hasta El Laurel, donde yo vivo".
Pero los problemas también sacuden a las empresas de transporte como Nar Bus o El Cisne, que aseguran que desde la caída de los tensores y el posterior cierre, el número de pasajeros ha bajado en un 30%.
Teobaldo Garrido, chofer de Buses El Cisne, dijo que han tratado de trabajar en absoluta normalidad, pero reconoció que el corte de los dos tensores del Frei Montalva y su posterior cierre les ha afectado como empresa.
"Los problemas que tenemos son por el tiempo, hay retraso y hemos bajado un 30% el número de pasajeros", aseveró.
Desde Vialidad se informó que para ayer viernes iba a estar elaborado un informe técnico sobre el real estado del puente.
Según el director de Vialidad, Pablo Rodríguez, "no he tenido la oportunidad de verlo, pero hoy lo entregaban los especialistas".
Eso sí, precisó que "la estructura no está en riesgo, lo que si reviste riesgo es el pórtico que sostiene los cables".
Agregó que el puente seguirá cerrado, de forma indefinida, para el paso de todo tipo de vehículos, "como una forma de prevenir" dijo Rodríguez.
En tanto, el core, y ex alcalde de Carahue, Ricardo Herrera, afirmó que pedirá al MOP que se construya un nuevo puente, de dos vías, en el sector Villa Dama, porque según él, "se está afectado el desarrollo de toda la costa de La Araucanía".
"Es muy injusto lo que nos hacen. Tenemos que pagar extra y además los buses se demoran en salir".
Pamela Sáez,
habitante de Catripuli
"La otra vez me cobraron $1.500 por trasladarme de un lado del puente al otro, un abuso".
Felardina Caullán,
habitante de Catripulli
"Un taxi me quería cobrar ocho mil pesos desde Carahue hasta El Laurel, donde yo vivo".
Agustina Painique,
habitante de sector El Laurel
"El bus va más vacío, antes iba siempre lleno, eso sí se ha notado. La gente viene menos a Carahue".
Pilar Sanhueza,
usuaria servicio transporte