Trabajos de búsqueda en mina de Turquía terminan con un total de 301 muertos
Accidentes. Apuntan al Gobierno por su supuesta responsabilidad en la tragedia ocurrida en el yacimiento de Soma. Los medios cuestionan la cantidad de fallecidos.
Cinco días después de que se desatara la enorme tragedia minera en Turquía, la búsqueda de cuerpos en la mina de lignito de Soma fue dada por concluida por el Gobierno de dicho país. Y el saldo estremece: 301 personas fueron sacadas sin vida por los equipos de rescate en el lugar donde trabajaban.
Según había informado el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, hasta ayer quedaban dos cuerpos por rescatar, labor que se vio dificultada por un incendio. Sin embargo, ambos pudieron ser rescatados según confirmó la misma autoridad de Gobierno ayer, dando por concluida la tarea de rescatar a todos los fallecidos en el accidente laboral.
El martes Turquía se vio remecida por la noticia de una gigantesca explosión en una mina de carbón ubicada al extremo oeste del país. Al momento del accidente había 580 personas trabajando al interior del lugar.
Pero las cifras oficiales han sido cuestionadas por los medios locales. Según aseguró ayer la emisora IMC TV -tras una ronda de llamadas a los municipios de los que eran oriundos los mineros- que 321 personas fueron enterradas oficialmente como víctimas del accidente. Y de hecho, las primeras estimaciones oficiales, avanzados el miércoles por el propio Yildiz, hacían prever un balance de 348 muertos.
Y no sólo la cifra oficial de muertos ha sido cuestionada. También ha recibido críticas el Gobierno islamista conservador del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que ha sido acusado de negligencia en medio de a tragedia. Esto porque se ha acusado que el control de las medidas de seguridad por parte de la autoridad pública ha sido nulo.
Por su parte los ejecutivos de 'Soma Holding', la empresa que gestiona la mina desde su privatización en 2005, aseguran no haber cometido errores de negligencia y haber cumplido todas las normas. La cámara de supervivencia de la mina estaba inutilizable, pero esta medida no es obligatoria según la legislación turca.
El ministro de Trabajo, Faruk Çelik, confirmó que en los últimos dos años, la mina se había inspeccionado 16 veces, sin encontrarse motivos para cerrarla. Pero varios ingenieros aseguraron que junto con las minas, también las inspecciones de seguridad se han privatizado y que el control público en las minas privadas es nulo.
Un importante sector sindical acusa por eso al Gobierno turco, liderado por el islamista Recep Tayyip Erdogan, de ser culpable del desastre por la privatización de recursos y servicios públicos.
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