Fueron exactamente 72 los días que el coronel Patricio Torres Rodríguez ocupó el cargo de director regional de Gendarmería en La Araucanía. Durante su breve estadía en el puesto, se produjeron hechos de importancia regional y nacional que terminaron con su traslado a Valdivia. Los puntos negros en su dirección fueron las huelgas de hambre y las fugas desde los penales.

Según la institución, la misión del designado director en la Región era 'fortalecer los programas institucionales y gubernamentales en materia de reinserción para las personas que han tenido conflictos con la justicia, y además, trabajar por el bienestar del personal a su cargo'.

De todo lo anterior, poco fue lo que pudo realizar, ya que tres episodios de fuga en el mismo número de penales y las dos huelgas de hambre de reos y comuneros mapuches, marcaron los poco más de dos meses de Torres al mando de la institución.

La primera fuga sucedió el 30 de marzo, cuando el reo Héctor Quezada Torres saltó los muros del penal de Victoria, provocando la primera fuga en la era del coronel Torres.

El segundo episodio ocurrió el 9 de mayo. Ese día, un interno vestido de mozo, identificado como Carlos Peña Sarabia, burló la seguridad del penal de Temuco, escapándose sin que hasta la fecha sea recapturado.

En esa oportunidad, el ex director dijo que 'si ocurren estos eventos (por la fuga) hay que revisar los procesos de seguridad'.

La última fuga ocurrió el 3 de mayo en Temuco, cuando dos reas del Centro Penitenciario Femenino, identificadas como María José Friz Pacheco y Patricia Andrea Saavedra Bustamante, lograron salir de las dependencias a la hora de almuerzo, hecho que aún mantiene trabajando a las policías en su captura.

El otro punto negro de su gestión fueron las huelgas de hambre que se produjeron.

La primera de ellas involucró a un total de 160 internos de la cárcel de Temuco, la que se prolongó por 21 días, y en donde debió intervenir el intendente Francisco Huenchumilla.

Tras el fin del conflicto, el coronel Torres dijo: 'Tenemos una preocupación permanente por las personas que están bajo nuestra custodia y esta no fue la excepción, después de un arduo trabajo, hemos llegado a buen término'.

La segunda protesta al interior de un penal en la Región se produjo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Angol. Allí un grupo de cuatro comuneros mapuches (Luis Marileo, Leonardo Quijón, Cristián Levinao Melinao y Cristian Curinao), mantuvieron su postura de no ingerir alimentos sólidos durante 39 jornadas.

Este hecho, según señalan fuentes de la institución, puso en jaque su cargo, por lo largo de la huelga y por la forma en cómo se solucionó el conflicto, en donde Torres fue el representante del ministro Gómez en el acuerdo.

De hecho, la seremi de justicia, Claudia Lecerf, le señaló a este medio que 'la huelga retrasó su traslado, que estuvo acordado con anterioridad'.

El traslado de Torres a Valdivia no dejó indiferente a nadie al interior de Gendarmería, en especial entre los funcionarios.

Desde la Asociación Provincial Cautín, señalaron que la salida es lamentable pero no por ello dejaron de expresar sus críticas hacia la gestión del trasladado director.

David Diocarez, dirigente de la Anfup, sentencia de entrada que 'Torres fue removido por su mala gestión, él no dejó ningún legado porque no solucionó ninguna problemática'.

La critica del dirigente se explica porque según Diocarez, 'hay un montón de problemáticas que quedaron en el aire y hay que volver a hacer nuevos tratos'.

Sobre los motivos que llevaron a la Dirección Nacional a trasladarlo hasta Valdivia, Diocarez cree que 'él se comprometió con cosas que no debía firmar porque eso lo debía firmar la autoridad política', en alusión al acuerdo que puso fin a la huelga de los cuatro comuneros mapuches de Angol.

Consultado por la llegada de Luis López Cisterna, quien llegó desde Valdivia para asumir como nuevo director regional de Gendarmería, desde la Asociación de Funcionarios de Cautín esperan que 'tenga una buena gestión en su periodo'.