Bombas en laszonas urbanas
Continuando con una lamentable tendencia que se ha venido dando en el último tiempo, un grupo de desconocidos ha detonado un nuevo atentado explosivo en el interior del perímetro urbano de Temuco, esta vez en las dependencias del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), ubicado en la avenida Pedro de Valdivia. El artefacto, armado artesanalmente con un extintor de un kilo de peso relleno con pólvora negra y un temporizador, destruyó parte del muro del cuartel policial a las 4 de la mañana del miércoles último, provocando conmoción en la población de las cuadras circundantes y reflotando la inquietud ciudadana acerca de este tipo de ataques que ha sacudido a la capital regional en los últimos años.
Aunque utilizando materiales de distinto tipo, artefactos explosivos 'urbanos' han estallado con o sin éxito en los últimos meses en la casa de un agricultor en el sector de Avenida Alemania, en oficinas bancarias y unidades de Gendarmería. Lo que hay en la capital regional, según se desprende de estas acciones, es cierto tipo de organizaciones, sin conocerse aún qué grado de articulación hay entre ellas, que están dispuestas a poner en riesgo la integridad de personas inocentes en sus afanes de expresar su descontento ante los organismos del Estado. No tienen rostro ni eventuales manifiestos políticos, sólo un ansia destructiva ante la cual la policía y el Ministerio Público deben actuar rápido para evitar que sigan en su ruta de colisión con la sociedad.
A esta querella el Gobierno sumó otra acción judicial por la detonación de una bomba de ruido por parte de menores de edad en un sector residencial de Temuco, y que hasta ahora ha exhibido una infortunada cadena de poco claras decisiones de la Fiscalía y Carabineros, además de una extraña participación de la PDI cuando no había sido llamada.
La detonación de bombas de alto poder destructivo debe motivar una acción enérgica de la autoridad política, de los organismos policiales y del Ministerio Público. Se requiere aquí que las diligencias sean rápidas y efectivas para evitar la ocurrencia de nuevos atentados que terminen por provocar daño directo a las personas.