Cuando faltan días para que se cumplan los cuatro meses de investigación decretados por la magistrada María de la Luz Fernández, el fiscal jefe de Curacautín, Iván Isla, recibió los resultados de ADN que confirmaron que José Adán Fuentealba Lara (50) violó a una menor de 11 en Curacautín, luego de secuestrarla el pasado martes 8 de julio.
Según el persecutor jefe 'el ADN que practicó el Servicio Médico Legal de Temuco, que corresponde a muestras de sangre del imputado y la víctima, coinciden con el perfil genético del imputado y permite acreditar científicamente el ilícito de violación en contra de la menor', dijo Isla.
El fiscal dijo que ahora el paso siguiente es cotejar este ADN con las muestras levantadas 'por el Labocar de Carabineros en los lugares donde operó (casas del imputado y ropas de la víctima e imputado)'.
En caso de que las muestras no lleguen en los plazos esperados, antes del 12 de noviembre, Isla precisó que puede pedir una ampliación para las diligencias y así no dar pie a la defensa para anular la investigación.
Isla dijo que Fuentealba Lara puede se condenado a cadena perpetua simple o calificada, lo que significaría que en caso de ser declarado culpable pasaría 40 años como mínimo en la cárcel y dependiendo si es simple o calificada, recién podría pedir beneficios cuando cumpla 20 años de la pena.
El martes 8 de julio, la menor de iniciales J.R., salió desde su casa ubicada en la calle 9 Oriente de la población Manuel Rodríguez, con la finalidad de comprar alimentos para la cena.
Lo hizo sola y tras comprar algunos huevos, jugo y unos chocolates, salió del minimarket y fue abordada por Fuentealba, quien la intimidó con un cuchillo y la trasladó hasta su vivienda, ubicada a 200 metros del hogar de la menor.
Minutos más tarde se inició una frenética búsqueda en el sector, claro que nunca pensaron que en el mismo radio estaba la niña, quien en la noche fue abusada por su captor.
Luego de mantenerla un día en su vivienda, el día jueves 10 de julio, Fuentealba Lara ingresó a la menor en su vehículo y la trasladó hasta una zona boscosa de Curacautín, donde le propina una herida cortopunzante en uno de sus brazos.
La menor pernoctó al interior del vehículo de su captor, quien luego la trasladó a una vivienda que antiguamente cuido, propiedad de un tercero, en donde la mantuvo hasta el día viernes 12 de julio.
Ese día, una vecina del barrio escuchó una serie de llantos de una menor. Ella, consciente de que la vivienda estaba deshabitada, se dirigió hasta la morada y observó a la menor, que estaba prácticamente desnuda y en posición fetal.