El Huerto, la frutería que se perfila como el primer mercado orgánico
"Me di cuenta que consumiendo productos naturales no es necesario recurrir a la medicina tradicional. Finalmente, fui entendiendo que lo que comemos, es lo que somos", comenta Karina Muñoz, dueña de la frutería El Huerto, emprendimiento que lentamente se ha ido consolidando con la oferta más amplia de productos orgánicos y ecológicos de Temuco.
La tienda, ubicada en la esquina de calle San Martín con Santa Teresa, si bien aún conserva su oferta de frutas y verduras, poco a poco ha comenzado a ampliar su nicho, destinado a aquellos que optan por consumir productos saludables.
Con consumidores cada vez más preocupados por su alimentación y la calidad de los productos, tanto a nivel de componentes nutricionales como las características en la elaboración de éstos (si fueron testeados en animales, si son transgénicos, entre otros), los productos orgánicos han ido cobrando más fuerza, convirtiéndose en un nicho de negocio cada vez más rentable.
Si bien los precios son más altos -sobre todo en el rubro alimentario- que los tradicionales, la dueña de El Huerto asegura que finalmente salen más a cuenta, puesto que las enfermedades relacionadas con el consumo de productos químicos -desde alergias hasta cáncer- son finalmente mucho más costosas que manejar un consumo saludable.
Vienesas, hamburguesas y hasta choripanes de proteína vegetal; detergentes de ropa cuyos residuos pueden usarse para regar las plantas y el jardín (ahorrando así el agua del lavado); pastas de dientes, cremas y champú orgánico; leches vegetales líquidas y en polvo; además de productos libres de gluten y lactosa, son parte de la variada oferta de este emprendimiento local, que se perfila como el primer mercado orgánico de Temuco.
HISTORIA
"Mi marido y yo somos hijos de trabajadores de La Vega de Temuco, que vendían al por mayor a distintos supermercados. Hace ocho años, a mí se me ocurrió instalarme en este local, ya que no veía un local -además de la feria- donde vendieran verduras de calidad", relata la emprendedora.
Tras el éxito de la frutería y de la mano de una tienda de frutos secos propiedad de su suegro, Karina decidió ampliar el giro. "Traje algunas variedades de frutos secos no tan comunes, como pistacho y castañas de cajú, más semillas tales como quínoa, linaza y chía, entre otras".
Luego de estos acercamientos y tras los buenos resultados que tuvo con terapias alternativas para tratar sus problemas de jaqueca y las alergias de sus hijos, Karina quiso entrar de lleno al mundo de la alimentación y productos saludables.
"Yo tenía sed de información. Comencé a informarme mucho, y luego empecé a ir a ferias de productos orgánicos, alimentos y gourmet en Santiago, para interiorizarme en el tema. Así fui conociendo otros productos hasta que llegamos a lo que somos hoy día: un popurri de cosas", cuenta Muñoz con orgullo, quien actualmente se está capacitando en "alimentación viva".
En estos últimos cinco años, donde ya han entrado de lleno al mundo de los alimentos saludables, la emprendedora reconoce que ha notado cómo ha ido subiendo el interés de la gente frente a estos productos.
"Por un lado, tenemos clientes que sólo venían a comprar lechugas y tomates, y después se enteran de toda esta gama de productos. También está la gente que se está interesando en estos temas, que no quiere enfermarse y no busca soluciones en un medicamento, sino que prefiere tomar un agüita de hierbas, comerse una semilla o usar un champú orgánico, y se van corriendo la voz", señala esta "eco-emprendedora".
A este amplio "popurrí" de productos, El Huerto espera seguir ampliando su oferta. "En el futuro, si podemos ofrecer frutas y verduras orgánicas, lo vamos a hacer. De hecho, las hortalizas y frutillas que tenemos son de productores locales, libres de pesticidas", asegura Muñoz.
NOVEDADES
Además de las clásicas semillas, El Huerto ofrece una serie de novedades para comer rico y de manera saludable. "Tratamos de vender lo más natural y menos procesado", acota Muñoz.
Una de ellas son las premezclas para preparar brownies, muffins, pan y galletas sin gluten.
También hay pastas libres de gluten, las que no sólo son un apoyo para los celíacos, sino que también sirve para aquellas personas que quieren adelgazar.
"Además de fideos de arroz, tenemos pastas hechas de quínoa y amaranto. También tenemos granola y avena sin gluten", señala la emprendedora, agregando que incluso ha recibido recetas médicas, de gente que por salud le han indicado consumir determinados productos.
"Para mí es un orgullo. De hecho, constantemente estoy hablando con nutricionistas para intercambiar información", indica Karina Muñoz.
"Para mí es un orgullo. De hecho, constantemente estoy hablando con nutricionistas para intercambiar información".