Más de 140 muertos deja brutal ataque perpetrado por talibanes en Pakistán
Terrorismo. La mayoría de las víctimas del atentado en el colegio eran niños. Se trata del peor ataque en la historia del país.
Talibanes armados irrumpieron ayer en una escuela militar en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, matando a al menos 141 personas. Es el peor atentado que sufre el país en su historia, según dijo el Ejército.
El vocero militar, Asim Bajwa, detalló que 132 de los muertos eran niños y que otros nueve eran personal de la escuela. Bajwa añadió que hubo siete atacantes y que todos llevaban chalecos llenos de explosivos. Los agresores no querían tomar rehenes, sino que irrumpieron y empezaron a disparar a mansalva.
Horas antes, las autoridades paquistaníes reportaron que el operativo policial en la escuela había concluido y que los milicianos fueron abatidos.
La inmensa mayoría de las víctimas eran estudiantes de la escuela militar, donde acudían niños y adolescentes de entre primer y décimo grado. El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el asalto y se trasladó a Peshawar.
El episodio, obra de un número relativamente pequeño de milicianos del grupo talibán Tehreek-e, un grupo armado paquistaní que trata de derrocar al Gobierno, también envió decenas de heridos a los hospitales locales mientras padres aterrados buscaban a sus hijos. "Mi hijo estaba vestido de uniforme esta mañana. Ahora está en un ataúd", se lamentó un padre, Tahir Ali, cuando llegó al hospital a recoger el cuerpo de su hijo de 14 años.
El ataque comenzó por la mañana cuando una media docena de hombres armados entró en la escuela y disparó al azar. Comandos militares llegaron pronto al lugar e intercambiaron fuego con los asaltantes. Imágenes de la televisión paquistaní mostraban a los estudiantes, vestidos con sus uniformes verdes, huyendo del lugar.
Fuera de la escuela, a primera hora de la tarde se escucharon dos fuertes explosiones de origen desconocido.
El primer ministro prometió que el país no se vería intimidado por la violencia y que el Ejército seguiría con una agresiva operación lanzada en junio en la zona tribal de Waziristán del Norte para derrotar a los insurgentes. "La lucha continuará", dijo Sharif.
Al lanzarse la operación en junio, civiles y fuerzas de seguridad temieron una represalia de los milicianos atacados, pero hasta ayer no se había producido una gran operación de venganza.
La comunidad internacional condenó el ataque y resaltó su compromiso contra el extremismo. El Presidente de EE.UU., Barack Obama, repudió "en los términos más fuertes el horrendo ataque" y subrayó su compromiso de apoyar a Pakistán para combatir el terrorismo. En el mismo sentido, el Mandatario francés, François Hollande, dijo que "no hay palabras para calificar un atentado tan abyecto contra unos niños en su escuela", mientras que el titular de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el hecho de "atroz" y "cobarde".