La prueba para detectar restos de pólvora en las manos del fallecido fiscal argentino Alberto Nisman arrojó un resultado negativo, según informó ayer la fiscal a cargo de investigar el deceso del persecutor, quien fue encontrado muerto la madrugada del lunes en su casa, horas antes de tener que testificar ante el Congreso por la denuncia de encubrimiento que presentó la semana pasada en contra de la Presidenta Cristina Fernández.

La fiscal Viviana Fein dijo a Radio Mitre que "el resultado del barrido electrónico en la búsqueda de residuos en las manos" de su colega "lamentablemente dio negativo". La fiscal, sin embargo, puntualizó que éste "no es un resultado inesperado" debido al "calibre pequeño del arma" utilizada.

"Al ser un arma de calibre 22, al no ser un arma de guerra, usualmente no permite que el barrido electrónico dé un resultado positivo", dijo Fein, quien aseguró que el resultado "no descarta que él haya disparado (el arma)" y, en ese sentido, recordó que la autopsia fue determinante al señalar que no hubo terceras personas al momento de la muerte del fiscal.

Nisman fue hallado con un disparo en la sien derecha, una pistola de calibre 22 y un casquillo de bala al lado de su cuerpo en el baño de su departamento, cuyas puertas no habían sido violentadas.

"Hay muchas medidas de prueba y hay que esperar que arrojen resultados, también con respecto a los estudios de sangre encontrada en el arma, en el lugar", afirmó la fiscal.

Fein explicó que "se están practicando cotejos directamente con ADN para que el resultado sea categórico" y se sepa si la sangre hallada "se correspondía con el doctor Nisman" o es de otra persona.

Debido al resultado negativo del "barrido electrónico" a la mano de Nisman, la persecutora ordenó un nuevo peritaje del arma.

Cinco días antes de su muerte, Nisman había acusado a Fernández de idear un plan para garantizar la impunidad de los iraníes acusados del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos.

La semana pasada, Nisman había pedido a un juez que citara a Fernández, al canciller Héctor Timerman y a allegados al Gobierno, entre otras personas, para ser interrogados por ejecutar y participar en ese supuesto plan. La de Nisman es la denuncia judicial más grave que haya enfrentado la Presidenta Fernández.

"La Presidenta y su ministro de Exteriores tomaron la decisión delictiva de fabricar la inocencia de Irán para saciar los intereses comerciales, políticos y geopolíticos de Argentina", dijo Nisman en un informe a la prensa.

rechazo

La Mandataria ha rechazado las acusaciones del fiscal y ayer vinculó la muerte del principal investigador del atentado a la AMIA con el próximo juicio a ex miembros del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y ex funcionarios judiciales por maniobras de encubrimiento en la investigación inicial del ataque.

"Lo más importante es advertir que se intenta hacer con el juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21 años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir", escribió la Mandataria en su perfil de Facebook.

En tanto, el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, dijo que "es absolutamente imposible aceptar denuncias falsas", pero "es necesario que el esclarecimiento (de la muerte de Nisman) por parte del Poder Ejecutivo sea claro, contundente e indubitable".

Varios cercanos a Nisman han asegurado que el fiscal había recibido amenazas durante su investigación del atentado, que comenzó diez años atrás.

investigación

La ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo, declaró ayer ante la fiscal Fein. Antes de ingresar a la Fiscalía, Arroyo -quien es jueza federal de San Isidro- dijo que "no es momento para hablar" y que "no puedo hacer conjeturas". De todas formas, la mujer aseguró a la prensa que "no creo que haya sido suicidio".

Fein también tenía previsto entrevistarse con los policías que estaban a cargo de la seguridad del fiscal fallecido.

La investigación de la muerte de Nisman también incluyó allanamientos a su departamento y a las oficinas donde trabajó en la investigación del atentado a la AMIA.

En su residencia se encontró una nota que Nisman dejó a su empleada doméstica con la lista de compras para el lunes. El antecedente fue revelado por el dirigente judío Jorge Kirszenbaum, quien según Clarín, tuvo contacto frecuente con el persecutor. El dato alienta las dudas de la familia sobre la hipótesis del suicidio.

La prensa argentina también difundió una fotografía que fue enviada por Nisman el sábado por la tarde, poco después de las 18 horas, al también dirigente judío Waldo Wolff.

La imagen muestra el escritorio del fiscal donde se ven expedientes marcados con destacador que tenía previsto presentar el lunes en su intervención en el Parlamento.

"Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. Él me respondió que el que lo tenía que hacer era el secretario de Inteligencia, Oscar Parilli, y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando", expresó Wolff, citado por Clarín.

El allanamiento a la oficina del fallecido fiscal, ubicada frente a la Plaza de Mayo, tuvo como objetivo incautar computadores y elementos de importancia para el caso de la AMIA, según consignó el diario argentino La Nación.

La noche del lunes, miles de personas se concentraron en la emblemática Plaza de Mayo, con pancartas y carteles con consignas como "Yo soy Nisman", "Justicia por Nisman" o "Todos somos Nisman", y frente a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires.

La oposición argentina pedirá al secretario de Seguridad, Sergio Berni, que comparezca ante el Congreso para explicar por qué se presentó en la casa del fiscal Nisman tras conocerse su muerte antes que un representante judicial. La diputada de la conservadora Propuesta Republicana (Pro) Patricia Bullrich aseguró a Infobae que Berni "se excedió en sus funciones" y "no corresponde" que se presentara en el departamento de Nisman porque "no puede tener una visión previa del cuerpo".

Mabel González / Agencias