Matriz energética para Gran Temuco
Con el fin de relatar la experiencia suiza de la "Ciudad Energética", el primer secretario de la embajada de ese país en Chile, Frank Schürch, visitó Temuco esta semana, compartiendo variadas lecciones que sacaron en el país europeo una vez que tomaron conciencia del problema de contaminación de leña que tenían y, por añadidura, de la urgencia por hallar la solución más óptima posible. En este camino, tal como lo narró el personero diplomático en entrevista con este diario, el plan diseñado para descontaminar y consolidar las "ciudades energéticas", la opción no fue renegar de la leña, como equivocadamente se ha planteado desde pequeños círculos en Temuco y Padre Las Casas, sino que aprovechar el contenido calórico que brinda siempre y cuando se hace un buen uso de ella.
El concepto de "Ciudad Energética" que se quiere replicar en la zona saturada contempla, primero, la materialización de la participación ciudadana para que cualquier plan de descontaminación tenga razonables posibilidades de éxito, visualizar los escenarios futuros e instrumentos de medición que permitan calibrar el avance, además de un sello que certifica el salto adelante que han dado los conjuntos urbanos. En esta senda, naturalmente, se toma conciencia de las opciones de calefacción que hay, como tibiamente se ha comenzado a hacer en la Región en los últimos años, y a partir de ahí diseñar una matriz energética que otorgue los mejores estándares de costo, beneficio y, por supuesto, el aporte a la descontaminación.
En el caso de Temuco y Padre Las Casas, que es donde se están desarrollando las experiencias que más tarde se estudian para evaluar su aplicabilidad en otras ciudades del país, ya hay prácticamente consenso de que por factores culturales y de costo, la leña es la mejor alternativa, siempre y cuando contenga los niveles adecuados de humedad y se haga uso correcto de los calefactores correctos. Pero junto con ello, también se sabe que la matriz energética debe contener otras posibilidades eficientes, como las briquetas y el pellet; y nuevas formas de organización, como la calefacción distrital.
Cuando la zona saturada logre transformarse en una "ciudad energética", se habrá dado un gran salto en la descontaminación.