Atentados causan más de 130 muertos
yemen. El Estado Islámico se atribuyó los ataques. EE.UU. vio como una "simple propaganda" la reivindicación.
Al menos 120 personas murieron ayer y otras 150 resultaron heridas en dos atentados suicidas perpetrados contra dos mezquitas chiíes en la capital yemení, Saná, según informó el Ministerio de Interior en un comunicado.
La televisión oficial del grupo rebelde chií de los hutíes dijo que otra explosión en la ciudad septentrional de Saada, bastión de la organización, contra una mezquita, elevó el total de víctimas en las explosiones en el país a 137 muertos y 345 heridos.
La nota de Interior precisó que todos los suicidas, incluidos los que se hicieron estallar en Saada, llevaban explosivos camuflados en yesos falsos que colocaron alrededor de sus piernas.
Las dos mezquitas atacadas en Saná, Al Hashush y Badr, ubicadas en el norte y centro de la ciudad respectivamente, son frecuentadas por los dirigentes del grupo chií rebelde de los hutíes.
En todos esos atentados, los atacantes repitieron el mismo modus operandi.
Cada mezquita fue atacada por dos suicidas; uno de ellos detonó su carga explosiva en el puesto de control establecido fuera de la mezquita mientras el segundo aprovechó la situación para irrumpir en el templo y hacer estallar sus explosivos en medio de la multitud.
Camiones y ambulancias evacuaron a las víctimas del doble atentado de la mezquita de Al Hashush, donde hubo un intervalo de tiempo de media hora entre una explosión y otra.
En el ataque al templo de Badr falleció el imán de la mezquita, el destacado líder religioso chií Mortada al Muhaduari.
El imán de la mezquita Al Hashush, Taha Ahmed al Mutauakil, que es miembro de la ejecutiva de los hutíes, fue ingresado en un hospital, junto al dirigente del grupo Jaled al Madani, tras resultar heridos graves a causa de la explosión.
CONFLICTO
Yemen está sumido en un profundo conflicto político, agravado desde que el Presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se retractara el mes pasado desde Adén de su anterior dimisión y anunciara que continuaba siendo el Presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó los atentados. En un mensaje de audio difundido por la radio del EI, Al Bayan, que emite por Internet, un locutor leyó un comunicado del grupo que señala que los ataques forman parte de "una serie de hazañas llevadas a cabo diariamente por los soldados del califato contra los enemigos de Alá y de su religión".
El mensaje precisó que los ataques fueron perpetrados por cinco suicidas que llevaban cinturones explosivos.
"Los hutíes tienen que saber que los soldados del EI no van a estar tranquilos hasta erradicarlos y cortar el brazo del proyecto chií en el Yemen", señaló el locutor.
El Gobierno de EE.UU. condenó la "brutalidad" de los atentados terroristas en Yemen y precisó que no tiene aún evidencias de la conexión del Estado Islámico con esos ataques. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, indicó que "en este momento no hay una clara evidencia de un vínculo operativo" entre el EI y los extremistas responsables de los atentados en Yemen. Según Earnest, el hecho de que el grupo yihadista se responsabilice de atentados como el de hoy es, "a menudo", una simple "propaganda".