La novena jornada de combate del incendio en Reserva Natural China Muerta y el Parque Nacional Conguillío estuvo marcada por el denso humo que podía observarse no sólo en la comuna de Melipeuco, sino también en las de Cunco y Lonquimay.

Es que el cambio de dirección del viento en la zona expandió el alcance del humo que causó molestia y preocupación a la población de las comunas más cercanas a la emergencia. Si bien esto es reflejo de un incendio que aún no ha sido extinguido y que aún cuesta contener, las autoridades aseguran que los mecanismos de contención del fuego están funcionando.

Sin embargo, una preocupante situación amenaza con agravar el avance del incendio: para los próximos cinco días se esperan jornadas de altas temperaturas que bordean los 30 grados, acompañados de viento puelche (cálido) que superan los 40 kilómetros por hora.

Esto motivó a los 250 brigadistas que se encuentran combatiendo las llamas -o al menos alejándolas de los sectores poblados- a enfocarse en los cortafuegos, sumado al trabajo de los cuatro helicópteros que llevaban agua al lugar.

"El viento siempre complica el movimiento aéreo, pero nosotros trabajamos vía terrestre, por lo que salvo que el viento se vuelva en contra del lugar donde están trabajando nuestros brigadistas, no nos complica mayormente", dijo el director regional de Conaf, Mario Acuña. Consultado sobre si existe efectivamente el riesgo de que las llamas lleguen a las viviendas a raíz de las condiciones previstas, Acuña dijo que "no sabemos, eso tenemos que verlo en el minuto".

Secretarios ministeriales de Gobierno, Obras Públicas, Medo Ambiente y Salud, y directores de Conaf y Onemi, fueron parte de dos reuniones técnicas donde se informó sobre los avances del trabajo de brigadistas en la zona. Durante estas citas se informó que la Onemi destinó camiones aljibe, bulldozer, retroexcavadoras y skidder, además de ayuda aérea con helicóptero y avión.

Según Mario Acuña, director de Conaf en La Araucanía, la cifra de hectáreas afectadas se congeló en las 3.735 hectáreas reportadas el sábado.

Ayuda

Mientras el combate de brigadistas y aviones ayudó a evitar que el fuego continúe consumiendo hectáreas, especialmente en el Parque Nacional Conguillío, las autoridades gestionaron iniciativas para el bienestar de la comunidad.

Es por esto que el Injuv, junto con la Municipalidad de Melipeuco, coordinarán hoy la ayuda de voluntarios que han llegado a la zona. La idea de esto es colaborar a la población afectada con ayuda de alimentos, salud, equipamiento hogareño u otros. Incluso, ayuda sicológica para quienes lo requieren.

El seremi de Gobierno, Mario González, recalcó que los interesados en cooperar con la emergencia no pueden participar del combate. Tal labor está designada exclusivamente a Bomberos, personal de Conaf, Onemi y brigadas de otros lugares.

En tanto, de parte del SAG se realizarán labores de protección y cuidado de animales que son criados en las cercanías a la zona de peligro, además de otorgarles alimentación.

En cuanto a los brigadistas, desde Conaf afirman que 44 brigadistas, provenientes de Coquimbo, O'Higgins, Aysén y Magallanes, ya están trabajando en las zonas de riesgo y con las comunidades. Mientras, aún se espera el arribo de unos 60 brigadistas provenientes de Argentina.

Preocupación

Los habitantes del sector Icalma, en la comuna de Lonquimay, expresaron su más profundo rechazo a la gestión que ha realizado el Gobierno. Ofuscados, los dirigentes comuneros esperaron ayer la visita de la gobernadora de Malleco, Andrea Parra, presencia sin la cual se negaron a dialogar con las autoridades regionales.

"Ayer estaba a un kilómetro. Hoy día no sabemos a cuánto está. El responsable de todo lo que está sucediendo es el Gobierno", indicó el presidente territorial de los pehuenches en Icalma, Gastón Cayuqueo.

Tras la llegada al lugar de la gobernadora provincial y luego de una conversación entre las autoridades regionales y los comuneros de Icalma, concordaron en que se destinarán maquinarias a este sector para evitar que el fuego avance. Además habrá una brigada de trabajo mancomunada entre los mismos pobladores y la Onemi.

En Quinquén, la comunidad pehuenche también expresó su molestia. "Pese a la magnitud de la tragedia, vemos la indolencia de muchas instituciones que no han sido capaces de dimensionar las irreversibles consecuencias que tiene para nuestro pueblo el avance del fuego", indicaron a través de un comunicado público, incentivando a las autoridades a movilizar más recursos aéreos. "Sólo así se evitará que, una vez más, tengamos que cargar con una nueva catástrofe ecológica", finaliza el mensaje.

Otra situación similar se vive en el sector de Cabeza de Indio de Melipeuco, cerca del incendio, donde familias evacúan sus hogares por temor a que las llamas las alcancen. "En televisión, en todos lados, se dice que está controlado, pero si fuese así no estaríamos con los vehículos cargados. Donde están las casas hay 400 a 500 metros de distancia con las llamas, y sigue avanzando", indicó Luis Bravo, quien utilizó su camión para ayudar a su vecino a quitar todas las cosas de su hogar y trasladarlas a Padre Las Casas.

El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, llegó a la Región para entregar una desalentadora cifra: son más de 4 mil hectáreas las perjudicadas por el incendio. Para tener una idea del desastre ecológico que afecta a la zona, basta con apuntar que la superficie de bosques nativos quemados es mayor que todas las áreas verdes de Santiago (2.392 hectáreas), según un informe de VeoVerde.

30

grados se esperan para mañana, junto a viento puelche, lo que puede complejizar el incendio.

250

brigadistas trabajaron ayer en la zona, mayoritariamente enfocados en los cortafuegos.