El éxito del Tren de La Araucanía
Coronando el término de una edición más de lo que se ha convertido en una saludable tradición para la Región, ayer se concretaba el último recorrido veraniego del Tren de La Araucanía, una interesante apuesta del municipio de Temuco que ha logrado combinar el desarrollo del turismo con el rescate del patrimonio ferroviario. Sin más aspiraciones que poner a disposición de los viajeros una antigua locomotora a vapor y sus respectivos carros de pasajeros para efectuar un traslado dominical ida y vuelta desde Temuco hasta Victoria, esta experiencia ha ido ganando terreno de manera progresiva, al punto que los pasajes prácticamente se agotan días antes.
Es un recorrido que demanda bastante tiempo, pues lo que se privilegia no es la rapidez, sino que la contemplación de los bucólicos paisajes de los campos de La Araucanía hasta que una vez en la Estación de Ferrocarriles de Victoria, los turistas, tanto de la Región como fuera de ella, pueden descender y disfrutar de espectáculos musicales y puestos de artesanía. En el trauyecto, aprovechan de pasar por Pillanlelbún, Lautaro y Perquenco, que otrora eran símbolos del pujante desarrollo ferroviario que en el siglo XIX e inicios del XX modeló las estructuras sociales y económicas de la Región.
El éxito comprobado del Tren de La Araucanía, tanto en asistencia como en la atención que despierta en la opinión pública, es una muestra de la nostalgia hacia el transporte ferroviario y de las potencialidades que éste ofrece en el sur de Chile. En todas las ciudades de las regiones en las que el tren fue factor fundamental de desarrollo hay un deseo vivo para que el transporte ferroviario vuelva en gloria y majestad; no sólo por la competencia en precios y calidad que podría ofrecer al sistema de buses interprovinciales, sino también porque es parte sustantiva de la memoria de esta parte del país.
En momentos en que la Empresa de Ferrocarriles del Estado está llevando adelante estudios que parecen ser bastante concretos para restituir los convoyes de pasajeros al sur de Chile, la positiva experiencia del Tren de La Araucanía permite abrigar nuevas esperanzas acerca del futuro.