"Ahora lo tendría que pensar dos veces antes de activar la alarma"
La decisión tomada el domingo por el alcalde puconino Carlos Barra de activar la alarma preventiva ante la oscura y persistente fumarola del volcán Villarrica, desató también una dura polémica donde las autoridades regionales y organismos técnicos criticaron este actuar, por ellos considerado apresurado, versus el apoyo transversal de los vecinos de la comuna lacustre, que calificaron este mismo actuar como acertado.
En medio de las opiniones cruzadas, el alcalde Barra analiza en frío con El Austral lo ocurrido en el último día del fin de semana largo, dejando en claro que hoy por hoy la solución a este tipo de impasse pasa necesariamente por contar en la comuna con un especialista en la ciencia de los volcanes.
- Porque la agresividad de la fumarola era demasiado fuerte, yo estaba convencido absolutamente de que esto podía desencadenar en una erupción mayor. Y en esa hora y media en que el volcán se manifestaba de esta manera, no recibí ninguna llamada de Sernageomin o de Onemi que me hubiera dicho "no alcalde, esto es normal, no hay peligro de erupción". La reacción vino después que di la alarma. Y yo no quiero culparlos a ellos, pero para solucionar este tipo de problemas tiene que haber en Pucón un funcionario permanente, o de la Onemi o de Sernageomin.
- Cuando ocurren los eventos donde queda de manifiesto un comportamiento distinto de la normalidad del volcán, indudablemente que uno se preocupa, sobre todo con la agresividad que tuvo ayer (domingo) y esto pienso yo que se soluciona con la presencia de forma permanente un experto en Pucón, en donde está el problema en discusión. Así tendremos una persona que puede manejar los protocolos con una comunicación expedita con la oficina regional o con el Observatorio, porque yo no soy especialista, tiene que ser una persona dedicada a tiempo completo quien quede a cargo de los protocolos.
- No, yo lo comencé a plantear recién ayer (domingo) viendo que se me criticó por haber tomado esta decisión.
- La considero atinada porque en todos los medios de comunicación y redes sociales la gente me ha entregado su apoyo mayoritario y la gente no puede estar equivocada, pues siempre vale más prevenir que curar. Y lo más rescatable es que en el contexto de la alarma temprana no hubo nada que lamentar, no hubo choques en la vía pública, nadie acudió al hospital con histeria, la gente siguió funcionando de manera normal y hoy (lunes) está todo normal porque la gente de Pucón ha aprendido a convivir con el volcán y estamos todos conscientes de que de llegar a pasar algo superior, se activarán nuevamente las alarmas. Pero esta vez quiero que la active alguien de Sernageomin, que lo haga un funcionario que esté en turno las 24 horas en Pucón, esa es la única manera de tener la tranquilidad de que aquella información que salga del Observatorio se pueda reflejar aquí en las acciones que corresponden.
- Ahora estoy haciendo un oficio que dirigiré al señor intendente para que tome las medidas necesarias y podamos constituir una oficina de observación, por lo menos con un técnico acá en Pucón y que él pueda hacerse cargo del protocolo de alerta.
- Yo no voy a polemizar con la autoridad, cada uno asume su responsabilidad, cada uno tiene su propia apreciación y yo las respeto, creo que la autoridad cuando ha tenido que estar con nosotros, lo ha hecho. Ahora, siempre hay que prevenir. En este mismo instante el volcán nuevamente ha comenzado a lanzar mucho humo, y una vez escuché en el mismo Observatorio a un científico decir que los instrumentos son valiosísimos, pero no hay que olvidarse que la naturaleza se reserva el derecho de hacer una cosa intempestiva. Y yo consideré que eso iba a ocurrir ayer, por eso activamos las alarmas, de lo contrario, de no haber estado convencido que había que advertir a la ciudadanía que estábamos en riesgo, no lo habría hecho... Ahora estamos todos mirando al volcán porque está despejado, todos podemos monitorear, pero cuando esté nublado, ¿quién va a ser responsable de lo que ocurra en Pucón? sólo los científicos, los técnicos que cuentan con los instrumentos adecuados, por eso necesitamos una oficina permanente mientras se mantenga la emergencia.
- Cuando dimos la alarma ese día 3 de marzo, llegó mucho después, una hora o más, la alerta roja, de hecho llegó cuando la erupción había terminado.
- Ahora lo tendría que pensar dos veces antes de activar la alarma. Yo no quiero ser la estrella ni el florero de esto. Mi responsabilidad es proteger la población civil, pero espero que ahora tengamos una mejor comunicación con Sernageomin y evitar así que sea unilateral esta toma de decisiones.