El calvario de comerciante que fue atropellado por un bus de dos pisos
en el rodoviario. Sergio Huenulef Sandoval (67), lleva más de dos meses hospitalizado.
Se suponía que debía ser un simple viaje de negocios, como tantos otros que el comerciante de la Feria Pinto, Sergio Huenulef Sandoval (67), acostumbraba a realizar a Santiago.
Sin embargo, la noche del pasado 30 de enero cuando Huenulef se encontraba retirando su equipaje del bus Jet Sur en el Rodoviario fue atropellado por la máquina, accidente que prácticamente le destrozó su pierna izquierda y lo tiene hospitalizado desde hace dos meses sin saber a ciencia cierta si va a poder volver a caminar.
La rueda delantera de la máquina de dos pisos le pasó dos veces por sus piernas y, aunque en el momento no perdió la conciencia, él jamás se imaginó el calvario que estaba por vivir.
CALVARIO
De hecho, pese a las innumerables intervenciones que a la fecha superan 20, los primeros días Huenulef esperaba recuperar su vida y volver a su hogar junto a su esposa, Edith Palma.
Este deseo se ha visto truncado debido a la gravedad de sus lesiones. Así, este esforzado padre de familia con 20 kilos menos ha caído en una profunda depresión y en la actualidad presenta síntomas de shock post traumático, no reconociendo a personas y olvidando que lo fueron a ver.
Y como su señora está delicada de salud ya que tuvo una delicada cirugía cardíaca en septiembre del año pasado, una de sus dos hijas, Cecilia Huenulef, quien vive en Pitrufquén, ha tenido que lidiar con este verdadero calvario que sumió a la familia en una tragedia física, psicológica, moral y económica, como ella misma lo explica.
A este sufrimiento se suma la impotencia de la familia ya que, según dicen, a la fecha la empresa no se ha acercado a preguntar por el estado de salud de Huenulef.
La misma actitud ha tenido el chofer de la máquina, situación que colmó la paciencia de la familia y por eso decidieron hacer pública su historia, mientras están a la espera de la evolución médica y el curso que tendrá la querella por cuasi delito de lesiones graves que interpusieron en contra del chofer.
El Austral intentó comunicarse con algún representante de la empresa Jet Sur llamando a las oficinas del Rodoviario, sin embargo, no fue posible ubicar al jefe de oficina. En números de Santiago tampoco hubo respuesta.
ACCIDENTE
Según cuenta Cecilia Huenulef, el accidente se produjo la noche del 30 de enero de este año a las 11.30 horas, mientras su padre retiraba del maletero que estaba justo sobre una de las ruedas delanteras su equipaje. No estaba solo y fue asistido en ese momento por uno de los choferes de la línea a quien le pidió que le ayudara a colocar el equipaje en un carrito de arrastre.
Fue en ese preciso momento cuando se desató la tragedia debido a una maniobra que realizó el chofer de la línea Jet Sur, Germán Pino Valenzuela, quien manejaba la máquina de dos pisos patente FD LS 25.
Según relata Alicia Mardones, una de las testigos del caso que presenció el horrible momento fue el chofer quien retrocedió girando la rueda de la máquina y pasó a golpear a Sergio Huenulef y también al otro chofer, cayendo ambos al suelo.
"Después que se cayó, el chofer retrocedió el bus y con una de las ruedas delanteras atropelló a don Sergio. Esa tremenda rueda le pasó por ambas piernas y en ese momento se escucharon gritos espeluznantes de toda la gente que estaba mirando, incluso a mi lado habían una niñitas que se largaron a llorar del impacto", relató la testigo.
Y añadió que "como la gente empezó a gritar, el chofer no siguió retrocediendo, de lo contrario, las ruedas le hubiesen pasado por el torso. Lo que hizo fue avanzar y, por segunda vez, la rueda le pasó por las piernas. Yo me mantuve a un par de metros y la escena fue impactante", relató la testigo.
Lamentablemente, Sergio Huenulef, sirvió como escudo protector del otro chofer y la rueda mientras retrocedía le pasó por ambas piernas impactando debajo de la rótula a la altura de la tibia.
Fue el carro de arrastre lo que impidió que la pierna derecha sufriera el mismo destrozo de la izquierda y ésta sólo se fracturó en varias partes.
Como el caso está judicializado, no fue posible obtener la versión oficial de parte del Hospital Regional con respecto a su estado y evolución médica.
Sin embargo, su hija Cecilia Huenulef, detalla el difícil cuadro médico de su padre. "Con el atropello sufrió luxofracturas expuestas, pérdida de musculatura y tendones en el tobillo de su pierna derecha, lesiones vasculares graves, fractura de tibia, pérdida de tendones y musculatura en su pierna izquierda".
Cecilia Huenulef relata que las primeras dos semanas fueron críticas y que el cuerpo médico que lo atendió en la Clínica Alemana le salvó la pierna izquierda de una amputación segura.
"En la Clínica Alemana le hicieron una cirugía de bypass en su pierna izquierda y gracias a eso se le devolvió la irrigación, de lo contrario, solamente quedaba amputar", precisa Cecilia Huenulef.
El tiempo que Sergio Huenulef necesita para su recuperación, su hija dice que es incierto dado la complejidad de sus lesiones. "Con los días, la piel y el músculo sufrió una necrofilia importante y empezó a perder su musculatura. Hoy en día, su tibia izquierda está casi al aire y ahora lo que necesita son injertos para reconstruirle la pierna. En todo caso, nos advirtieron que era para largo el proceso y eso lo tiene deprimido y a todos devastados como familia", aclara Cecilia Huenulef.
IMPACTO FAMILIAR
El accidente no sólo ha afectado la vida de Sergio Huenulef, su familia y los planes que habían también están siendo trastocados.
El hijo mayor de Cecilia Huenulef, quien se crió con sus abuelos, tuvo que posponer su carrera militar en la Fuerza Aérea y por estos días está cuidando a su abuela y ayudándola a atender el local en la Feria Pinto.
"Estamos muy afectados con todo lo que ha pasado. Mi hijo no ha podido seguir con su vida y a pesar que el seguro SOAP cubre los gastos clínicos, hay otros gastos que hemos tenido que asumir como compra de pañales, sabanillas, medicamentos y alimentos. Esto ha sido tremendo para todos. Mi viejito sólo soñaba con el día en que parara de trabajar y pudiera irse con mi mami a vivir al campo. Ahora está ahí postrado viviendo, como quien dice, el día a día", planteó Cecilia Huenulef.
IMPOTENCIA
Sergio Huenulef no está en condiciones de revivir el traumático episodio que le tocó vivir y desde su cama del hospital sólo pide justicia. Precisa que lo que siente es impotencia, porque a la fecha no ha recibido ninguna explicación de parte de la empresa ni el chofer.
La misma justicia es la que pide su señora, Edith Palma. "La frialdad con la que han procedido es lo que amarga. Aquí, mientras mi marido estaba en la UTI, vino la señora del chofer a indagar del estado de salud y me dijo que su marido esa noche estaba apurado porque lo estaban mandando otra vez a la carretera y que ni había alcanzado a comer y que por eso había pasado lo que pasó. Yo sólo quiero que se recupere y vuelva a mi lado", acotó la señora de Sergio Huenulef.
Su hija, en tanto, dice que "nosotros somos una familia cristiana y no le deseamos nada malo al chofer, sin embargo, hay que decir que se ha portado muy mal. En su Facebook al otro día del accidente aparece él en la cárcel, pero muerto de la risa y diciéndo éstos son mis nuevos amigos. Eso indigna".