Decisiones para descontaminar
Aún cuando todavía no comienza el invierno en el hemisferio sur, las bajas temperaturas ya empiezan sentirse en Temuco y con ello las familias de la capital regional se han visto obligadas a encender sus sistemas de calefacción para generar calor al interior de los hogares, siendo la leña el principal combustible utilizado para este fin. Por ello, no sorprende que a estas alturas del año la intercomuna de Temuco-Padre Las Casas haya enfrentado dos preermergencias ambientales y hoy viva una tercera jornada en la que se aplica restricción a los denominados "humos visibles".
Ahora bien, mientras el pronóstico indique preemergencia ambiental y los usuarios de leña asuman el tema de la calefacción de manera responsable y seria, utilizando sus calefactores de forma correcta y sólo con material seco que no emita humos visibles, no debiera haber mayor problema. Sin embargo, el asunto se complica cuando derechamente se decrete la emergencia ambiental -cuatro de estos eventos fueron pronosticados durante el 2014-, ya que este año habrá prohibición total para encender las estufas en la mayor parte de la intercomuna. La causa es que se eliminaron los polígonos que regían alternadamente el año pasado y se fundieron en una sola área a la que se agregó los sectores de Dreves y Millaray, abarcando así la mayor parte de Temuco y un gran porcentaje del área urbana de Padre Las Casas.
La medida contemplada en la Alerta Sanitaria que busca descontaminar la ciudad, afectará, en definitiva, a unas 50 mil familias que deberán recurrir a otros sistemas de calefacción durante esos días, como una forma de bajar los altos niveles de toxicidad del aire y a la vez disminuir los riesgos de enfermedades respiratorias asociadas a esta condición.
Surgen aquí voces discordantes que sostienen que con esta medida se cambiarán "neumonías por humo" ya que esta determinación afectaría a sectores vulnerables que no cuentan con los medios para optar a otro tipo de calefacción. El tema de la descontaminación es complejo y de difícil abordaje, pero en ello ayudaría de sobremanera un diálogo fluido entre las autoridades que buscan bajar los niveles de toxicidad y las familias de la intercomuna, que son en definitiva quienes pueden ayudar en esta tarea y a la vez las que sufren los efectos de la contaminación y de las acciones para combatirla.