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El 14 de junio de 2014, en pleno sector Toquihue de Victoria, un grupo de encapuchados le dio muerte de forma brutal al parcelero Mariano Guzmán Rojas (66). El caso causó gran conmoción en la región y el país pero, a más de un año del sangriento crimen, la investigación policial aún no ha podido determinar quién o quiénes son los asesinos.

Hasta el minuto se ha podido establecer que al menos dos personas ingresaron a la parcela de agrado -donde además estaba un hermano de la víctima que padece síndrome de Down- y tras ingresar, fueron hasta el dormitorio de Guzmán y le propinaron una ráfaga de tiros que terminaron con su muerte.

Minutos después sacaron un automóvil y lo incendiaron para luego huir. En el lugar se enfrentaron a balazos con personal de Carabineros que hacía una ronda por el sector, donde un predio aledaño mantenía una medida de protección.

Los casi nulos resultados investigativos obligaron en su minuto al propio fiscal regional, Cristian Paredes, a reunirse con los familiares para pedirles confianza en que la investigación iba a concluir con éxito, claro que durante todo este tiempo lo único claro es que las diligencias siguen abiertas y sin ninguna persona detenida.

familia

A pesar de aquello, al interior de la familia de Mariano Guzmán aún existe confianza en que se conocerá quién fue el asesino del parcelero. Así lo dijo al menos Susana Tapia, hijastra de la víctima, quien sostuvo que "la investigación sigue abierta, sin resultados concretos pero esperamos que pronto haya novedades".

Tapia precisó que para recordar el año se hizo una misa y afirmó que en esa oportunidad observó que las autoridades de Victoria no se aparecieron por la iglesia a pesar de que se publicitó por varios medios. "Uno sabe cómo son en todo caso los políticos", afirmó.

Respecto de la investigación, Susana Tapia aseguró que "a nosotros nos consta de que se hacen gestiones, pero es tan compleja está situación. Ahora, nunca ha existido un crimen perfecto, algún error tendrán que haber cometido".

investigación

La fe señalada por Tapia se mezcla con la opinión de otros miembros de la familia en torno a cómo se han desarrollado las diligencias lideradas por el fiscal Miguel Ángel Velásquez.

Según Marlen Aguilar, cuñada de la víctima, existen antecedentes que no han sido cotejados por los entes investigadores, como por ejemplo las declaraciones de personas que estuvieron ese día con Mariano Guzmán en su parcela.

"Hay varias cosas que no sé por qué no se han hecho, por ejemplo no se mencionan a personas que estuvieron con él y no fueron interrogados", dijo la mujer.

A lo anterior, se suma el hallazgo de unas huellas dactilares en uno de los ventanales de la propiedad familiar que manejaba Guzmán Rojas y en tal sentido, aún resta por saber a quiénes corresponden algunas de esas huellas, prueba que podría dar algún indicio del brutal crimen. "Una se sabe que es del hermano de don Mariano. Las otras aún no pueden saber a quién corresponde, las otras no saben de quiénes son porque al menos de los vecinos no corresponden y el fiscal dijo que no sabía a qué más recurrir", sentenció Aguilar.