Los decanos de la Ufro llaman a los estudiantes a deponer la toma
Preocupación. Según el nuevo calendario académico, las clases deben comenzar el 27 de julio. Sin embargo, la Feufro mantiene las medidas de presión, situación que preocupa a las autoridades.
4 de junio El día 4 de junio estudiantes comienzan una toma de espacios y un paro indefinido, por considerar insatisfactoria la respuesta del gobierno universitario respecto al pliego de demandas.
Hoy se cumplen 50 días del paro de actividades y toma de espacios llevados a cabo por estudiantes de la Universidad de La Frontera (Ufro), por considerar insatisfactoria la respuesta del gobierno universitario respecto al pliego de demandas, que incluye 33 puntos divididos en cinco ejes.
Este periodo ha estado marcado por un alejamiento entre la Federación de Estudiantes de la Ufro (Feufro) y Rectoría, una reciente reanudación de las negociaciones y un nuevo quiebre del diálogo, producido por el desacuerdo en el eje de financiamiento, que es considerado como uno de los prioritarios por los estudiantes.
Esta situación preocupa a los seis decanos de las facultades de la Ufro, que estuvieron presentes en la mesa de negociación, quienes a través de un comunicado manifestaron que: "Hemos visto con decepción y frustración la negativa respuesta de las/os estudiantes, aunque los requerimientos en infraestructura, equipamiento, aranceles y participación fueron respondidos satisfactoriamente con diferentes grados de avance".
Respecto a esto, el decano de la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades, Dr. Carlos del Valle, sostuvo que "creo que esta decisión de la asamblea estudiantil de no aceptar los puntos de la negociación es un revés importante, considerando que se habían logrado acuerdos de participación muy relevantes".
Sobre el aspecto de financiamiento, Del Valle destacó que se comprometió una reducción del valor de la matrícula de aproximadamente $20 mil, lo que significa un costo de $200 millones al año, cifra que es considerada insuficiente por la Feufro.
"Los estudiantes piden que la disminución sea de $50 mil, pero el tema es cómo se logra la diferencia. Entonces, el temor que tenemos es que la única forma sea a través de la reducción de personal", agrega.
En este contexto, la Feufro ha manifestado que la disminución de sueldos de los funcionarios que tienen rentas altas podría ser una vía para la obtención de fondos. Del Valle, no obstante, expresa que es probable que esta medida sea insuficiente para las metas que se exigen y que, además, podría afectar la funcionalidad de la Ufro.
Según Rodolfo Pihán, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, esta propuesta de los estudiantes no tiene fundamentos, "porque en comparación con otras universidades los sueldos son menores. Si la Ufro no es capaz de pagar un sueldo de acuerdo a su jerarquía, los académicos se van a ir de la universidad".
Asimismo, Pihán establece que la Ufro ha dado respuesta a la mayoría de los aspectos que incluye el petitorio.
"A excepción de dos o tres puntos que ponen en riesgo la viabilidad financiera de la Ufro, se dio respuesta positiva a prácticamente todos los aspectos, incluso a la construcción de un casino. Sin embargo, los estudiantes decidieron mantener la toma, que ha llegado a extremos que no habíamos visto antes", afirma.
También el decano advierte que es necesario conocer cuáles serán las implicancias de la gratuidad que comenzará el 2016 que, según anuncios del gobierno, beneficiará al 60% de los estudiantes de la universidad.
El decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, Dr. Cristian Bornhardt, coincide con Pihán en este aspecto. "La reforma de educación superior incluirá cambios financieros, por lo tanto la Ufro no puede poner en riesgo su estabilidad. Además, consideramos que en la mesa de negociación hubo un significativo avance en financiamiento y democracia".
RIESGOS
La prolongación de la movilización y la incertidumbre sobre el retorno a la normalidad ha generado en las autoridades universitarias ciertos temores, siendo la pérdida del semestre el más importante.
"Lo más grave de esto es el riesgo de perder el semestre. A diferencia de la toma del 2011, hoy las posiciones apuntan a recuperar todas las semanas, sin reducción del semestre, para mantener la calidad", aseguró Del Valle.
Según Pihán, "si esto continúa, lo más seguro es que el semestre tendrá que terminarse como está, lo que es tremendamente negativo".
Otro riesgo que ve Bornhardt es la continuidad financiera de la universidad, por la pérdida de recursos provenientes del Ministerio de Educación.
LLAMADO
Los tres decanos coinciden en que para avanzar en las negociaciones es también necesario que los estudiantes depongan la toma de espacios.
"Creo que la negociación se tiene que retomar el 27 de julio, pero sin toma, porque ése es un elemento de violencia. Entonces, yo invitaría a los estudiantes a dejar los accesos libres este fin de semana y con ello promover un ambiente de diálogo y negociación", aseguró del Valle.
Además, el decano sostuvo que tras el término de la toma, espera que ambas partes estén dispuestas a dialogar, llegar a acuerdos y no a imponer.
Pihán, por su parte, sostuvo que "espero que los alumnos acepten lo que la universidad les ha ofrecido, que es una propuesta muy responsable, y retomen las actividades normales. Por eso, llamo a los estudiantes a no sólo deponer la toma, sino también el paro de actividades".
En tanto, Bornhardt manifestó que es lícito que los estudiantes expresen sus necesidades y se movilicen, pero no a través de un mecanismo violento, como la ocupación de espacios.
En este sentido, afirma que "el llamado es a deponer la toma y retomar las actividades lectivas normales, en base a una calendarización. Nosotros siempre hemos tenido la disposición de negociar y para ello no es necesario estar en toma".
8 de julio El 8 de julio, tras la incorporación del rector Sergio Bravo, se reanudaron las conversaciones entre la Federación de Estudiantes y el gobierno universitario. En total, hubo cuatro reuniones.
14 de julio A raíz del desacuerdo que existe en el eje de financiamiento, principalmente en lo referente a la rebaja de matrícula, el 14 de julio se produjo un nuevo quiebre y con ello cesan las negociaciones.
15 de julio El 15 de julio el gobierno universitario envía un nuevo calendario académico, que adelanta el receso universitario, y establece que el día lunes 27 de julio deben comenzar las clases.
17 de julio Ante la continuidad de la ocupación de espacios, Rectoría ordena a Carabineros desalojar la toma de los estudiantes el 17 julio. Tras la retoma, un segundo desalojo ocurre el martes 21 del mismo mes.
27 de julio En medio del primer desalojo, estudiantes que oponen resistencia reciben un llamado telefónico del gobierno universitario, en el que acuerdan reanudar la mesa de trabajo el día lunes 27 de julio.
50
días lleva el paro de actividades y toma de espacios del Campus Andrés Bello y de la Salud, llevado a cabo por los estudiantes.