Miles de fieles llegaron al santuario de la Virgen del Tránsito en Metrenco
Mensaje. El obispo de Villarrica señaló al divorcio, el aborto y el matrimonio homosexual como miserias de este tiempo.
Desde el siglo IV de la era cristiana la Iglesia Católica festeja cada 15 de agosto la Asunción de la Virgen María. En Chile la fecha es conocida también como el Día de la Virgen del Tránsito, patrona del Santuario de Metrenco (Padre Las Casas) hasta donde llegaron ayer miles de fieles para demostrar su afecto hacia quien fuera la madre de Jesús y, a la luz de las lecturas bíblicas, quien es también la madre de los hijos e hijas de esta iglesia.
Ante un voluminoso grupo de católicos apostados afuera y en los alrededores de la Iglesia del Santuario de Nuestra Señora del Tránsito de Metrenco, el obispo de la Diócesis Villarrica, Francisco Javier Stegmeier Schmidlin, presidió la ceremonia en la que se venera a María, madre de Jesucristo, y que según relatan los pasajes del evangelio en esta fecha fue ascendida en cuerpo y alma hasta el cielo para su glorificación por la intervención divina de su hijo.
En esta oportunidad, luego de citar lecturas del Apocalipsis y el famoso pasaje del evangelio de Lucas que recuerda la visita de María a su prima Isabel, el obispo Stegmeier recordó la lucha eterna entre la vida y la muerte, el bien y el mal, representada en este caso por la Virgen María y el demonio y el pecado.
"Uno escucha las cosas que están pasando y no podemos quedarnos sólo con lo se ve en la superficie (…) El divorcio, el aborto y el matrimonio homosexual, todo eso va contra el plan de Dios. Parece que es una avalancha o un tsunami que avanza y avanza y no hay nada qué hacer. Pero eso no es verdad, porque el signo de la victoria es la vida. Esta miseria es lo que explica por qué el Papa Francisco nos llama a un año de la misericordia a contar del próximo el 8 de diciembre (...) El Papa pregunta ¿cuánta misericordia se necesita? Porque es tanta la miseria en nuestro mundo, en nuestra patria y en nuestro corazón", comentó la autoridad religiosa.
A juicio del obispo la esperanza está en la fe y en el hecho que Jesús está siempre con su iglesia y no abandona a sus fieles creyentes.
Por su parte, los cristianos católicos que llegaron a Metrenco mostraron respeto por la prédica al escuchar atentamente la eucaristía y expresaron con su presencia y oración el afecto que tienen hacia la madre de Jesús, a la que, en algunos casos, visitan religiosamente hace dos décadas.