Hasta el próximo lunes fue ampliada la detención de una comerciante ambulante de 24 años, identificada con las iniciales E.M.A.M., quien la noche del jueves degolló al comerciante Cristian Hernán Leiva Maragaño, de 43 años, en plena Feria Pinto de Temuco.
En primera instancia, la pareja de la víctima le señaló al personal de la Segunda Comisaría de Carabineros que llegó a la intersección de las calles Miraflores con que Aníbal Pinto, que ambos habían sido objeto de un intento de robo por parte de un delincuente, versión que minutos después cambió.
Los argumentos esgrimidos por la mujer para cometer el parricidio tendrían justificación - según le explicó al fiscal Jorge Mandiola y funcionarios de la Brigada de Homicidios de la PDI - ya que minutos antes el comerciante asesinado la habría atacado y amenazado producto de los celos, debiendo actuar la mujer en defensa propia, tomando un cuchillo cocinero y propinarle una estocada en el cuello.
"La versión que ella daba no coincidía con los hallazgos del sito de suceso. Por lo que fue entrevistada nuevamente, reconociendo finalmente que había sido ella la autora del ilícito y quien había provocado las lesiones en el cuello del conviviente utilizando un arma blanca" explicó el fiscal Mandiola.
De acuerdo a antecedentes proporcionados por el comisario de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, Cristian Montalva, la pelea entre la pareja se habría producido horas antes tras compartir en un local nocturno de Temuco. La razón, habrían sido los celos de la mujer, que derivaron en una disputa verbal entre ambos.
Tanto la victimaria como su pareja eran conocidos en el sector donde vendían cuchillos, especies en cuero y otros productos como ambulantes.
Por tratarse de un caso "de especial complejidad" el magistrado Nicolás Martínez-Conde prohibió a los medios de comunicación publicar el nombre de la victimaria, autorizando únicamente dar las iniciales de la mujer, agregando que la investigación aún se encuentra en una etapa inicial.
La defensa de la detenida, encabezada por la defensora penal pública Leila Gittermann, no se opuso mayormente a las peticiones del fiscal Jorge Mandiola, ya que tampoco contaba con todos los antecedentes de la causa que conmocionó al sector de la Feria Pinto de Temuco.
procedimiento
Los primeros en llegar al sitio del suceso fueron los funcionarios de la Segunda Comisaría de Carabineros. Allí se encontraron con el cuerpo de Leiva Maragaño tirado en la acera, mientras llovía intensamente en la capital regional.
Al lado del cuerpo estaba la pareja de la víctima, quien en todo momento intentó hacer pensar a los efectivos policiales que ella no había tenido ninguna participación en el parricidio. Sus gritos eran escuchados por un grupo de curiosos que atónitos miraban cómo la mujer intentaba 'reanimar' a su conviviente.
En su intento por hacer aparentar que su conviviente había sido atacado por una tercera persona, la victimaria tomó el mismo cuchillo cocinero con el cual le dio muerte a su pareja, adosándolo a una de sus manos de forma tal que se evidenciara que el comerciante degollado había intentado defenderse.
Lo que la detenida no pensó era que tras la llegada de los efectivos de la Brigada de Homicidios y el fiscal Jorge Mandiola, éstos desestimaron dicha versión ya que el comerciante no presentaba marcas que dieran cuenta de que se intentó defender del ataque, descartando de plano la versión de su acompañante quien posteriormente confesó, quedando finalmente en calidad de detenida.
peritajes
Una de las razones entregadas por el fiscal Jorge Mandiola para no formalizar a la victimaria es que aún restan por practicar una serie de diligencias clave para el esclarecimiento del ilícito.
Entre ellas, aún está pendiente el informe de autopsia de Cristian Hernán Leiva Maragaño además de la declaración de unos guardias de seguridad de la Feria Pinto de Temuco , quienes solo entregaron antecedes preliminares a los funcionarios de Carabineros que llegaron a la calle Miraflores con Avenida Pinto.
Por todo lo anterior, el magistrado Nicolás Martínez-Conde autorizó la petición del Ministerio Público, esgrimiendo que se trataba de un crimen de alto impacto.
Hasta la sala 2A del Juzgado de Garantía de Temuco llegaron algunos amigos y cercanos de la víctima. Todos se fueron molestos por la nula reacción o arrepentimiento mostrado por la mujer y además abandonaron el centro de justicia con preocupación porque los familiares de Cristian Hernán Leiva Maragaño aún no eran notificados del fallecimiento del comerciante. Sin querer entrar en detalles, algunos le exigieron a la PDI que se pongan en contacto con sus padres o hermanos y así poder realizar el funeral.
43 años
tenía Héctor Hernán Leiva Maragaño, quien fue asesinado por su conviviente en la Feria Pinto de Temuco.