Correo
Aborto sin pena
La Ley de Despenalización del Aborto en curso hoy en día en el Congreso, lleva un objetivo determinado previamente en su propio título, porque da a entender que el aborto será despenalizado y no tendrá pena aflictiva.
Si bien es cierto que en el desarrollo tiene artículos que especifican las tres causales, en la conciencia permanece el título que la horada como un gusano y hace común y normal este crimen.
En mi imaginación trato de recrear los estados de ánimo de los legisladores, que en esta ley se transformarán en dioses con poder de vida y muerte de seres inocentes, y les hará difícil conciliar el sueño. Quizás otros en el sueño, se vean en el Coliseo Romano vestidos como Nerón apuntando al suelo o al cielo. Otros no tendrán ninguna duda de respetar el derecho a la vida de un feto inerme e inocente, recordando que ellos también lo fueron y sus padres a pesar de circunstancias adversas le permitieron nacer. No hay duda, todos los congresales deben votar en libertad de conciencia.
Marcos Concha
Estado y educación
El Colegio de Profesores llevó a cabo un paro que se prolongó por casi dos meses. Durante aquel periodo logró suspender la tramitación del proyecto de Ley de Carrera Docente impulsada por Bachelet, para posteriormente establecer una conversación directa con el Gobierno a fin de presentar su postura. Ningún otro actor participante del debate educacional ha contado con aquella posibilidad. Hoy los profesores han regresado a las escuelas. Pero con el riesgo de que se pierda el año escolar si vuelven a paralizar, el gremio docente sabe que se encuentra en posición tal, que le permite imponer sobre el Gobierno cualquier decisión.
Aquellos hechos confirman el poder de negociación del Magisterio, sin embargo, esto es un elemento que el Gobierno parece no advertir, puesto que la ley que impulsa, fortalecería aún más a los docentes. Actualmente la educación estatal representa el 38% del total de la matrícula. Con la propuesta, el Gobierno controlaría el 92% de la matrícula. Por lo tanto, ahora un paro docente podría afectar a casi la totalidad del alumnado nacional.
Iván Garay
¿Y los jóvenes cuándo?
La verdad es que cada vez son menos las oportunidades que se presentan en nuestro país. Sumado al bajo crecimiento, hoy Chile comienza a enfrentar el grave problema de la inflación, la peor mezcla económica cuando no se tiene empleo, consecuencia directa del bajo crecimiento y que afecta principalmente a las personas más jóvenes y más vulnerables.
La última encuesta del INE mostró un "controlado" desempleo a nivel nacional (6,5%), buena cifra si nos dejamos engañar por la trampa de los promedios. Al desagregarla por sexo, encontramos una importante diferencia, el desempleo femenino es de 7,4% y de hombres un 5,9%. Lo más grave es que cuando hacemos este mismo ejercicio para los jóvenes nos encontramos con más del doble que el promedio nacional, equivalente a un 13,56%. Lo verdaderamente preocupante es la repetición del ejercicio por estrato socioeconómico donde los sectores vulnerables superan el 40% de desempleo.
Más allá de una bonita declaración de intenciones que firmamos todos los presidentes de las juventudes de partidos y movimientos por generar una ley en materia de juventud durante el 2014, en este año y medio de gobierno no se ha hecho nada concreto en pos de los jóvenes de Chile.
"Abrir más oportunidades a la población juvenil será uno de los ejes del desarrollo del próximo gobierno…", lástima que no sea cierto.
Felipe Cuevas, presidente nacional Juventud UDI
Aumento del desempleo
Los resultados sobre ocupación del INE dicen bastante. La pérdida de empleos aumentó 1 punto el último semestre, significando en realidad que la vida de 9.690 personas en Chile empeorará, su convivencia familiar se complicará al extremo, sus proyectos, al igual que en todos los ámbitos de su vida.
Peor aún, el Gobierno sigue asumiendo que casualmente son razones externas y probablemente intente revertir la situación con el aumento en el gasto fiscal. En la causa de destrucción de la riqueza, las malas políticas públicas de la administración actual tienen mucho que ver. Y tampoco es casualidad que el ministro Valdés comunicara que no todavía no se publicarán las cifras del crecimiento en el gasto público.
La solución más sana está en revertir el caos tributario de aplicar burocracia y de coacción sobre los emprendedores (de todos) en más libertades. Así, todas esas malas prácticas económicas se consideran a futuro una desafortunada casualidad de la que se debe aprender.
Sebastián Espíndola