Don Roberto Arancibia Clavel asegura que tanto su ideario político como en sus formas de actuar siempre había algo de inglés. En sus innumerables obras y proyectos se puede percibir el influjo europeo y particularmente el inglés. La atracción por el mar, la libertad de culto, su amor por el campo, las ideas de libre comercio, la igualdad y la libertad como principios básicos de gobierno, la importancia de la colonización extranjera sus ideas avanzadas en educación, su inocultable admiración por el Imperio Británico y la aplicación de sus modelos, su incansable búsqueda del orden, su concepto antimonárquico, sus ideas sobre representatividad en un congreso son, entre otras, influencias recibidas en su contacto directo con el imperio. Al tomar el mando del nuevo Estado, narra don Guillermo Feliú Cruz, O'Higgins recibe un montón de escombros. Todo está deshecho. El orden moral y religioso quebrado en esas mismas dos tendencias. Lo que los próceres de la Patria Vieja concibieron como un sueño político, para Julio Heise González, O'Higgins lo va a transformar en una empresa cultural.
Desde el primer día que entré a la vida pública, hasta el presente, escribía don Bernardo a Casimiro Albano, he considerado ser de la mayor importancia, establecer el principio que el amor a la Patria debe constituir el resorte principal de las acciones de todo hombre público, y gracias a Dios que me ha concedido fuerzas suficientes, para obrar firmemente sobre ese principio durante tantas pruebas y tentaciones a que he sido expuesto, en mayor grado que lo más de los hombres. Hacia el fin de su vida, los concurrentes al templo de la Merced le veían allí a diario en devota oración y su nombre figuraba también en la nómina de los hermanos terceros de la orden franciscana. Leía el Evangelio con unción y no faltaba a la novena de la Virgen de Dolores… La mañana del 23 de octubre, su alma estaba tranquila y cuando llegaba el último instante, reclamó tranquilo su mortaja. Y cuando sus manos tocaron el rústico hábito de San Francisco para ponérselo, dijo con unción: "Este es el hábito que me envía mi Dios"… Apenas se oye en el recogimiento de la sala la respiración entrecortada del moribundo. "¡Magallanes!", exclama de súbito. En esta semana de fiesta nacional podemos preguntarnos, ¿qué hemos hecho con la patria legada, con los sueños de la independencia, con los anhelos de quienes por ella y su futuro dieron su vida? Dos siglos después ¿qué ocurre con la patria buena, justa, libre, republicana y en paz que soñaron para nosotros?, entre ellos un nuevo "Padre de la Patria", como ¿San Alberto Hurtado?
Héctor Vargas Bastidas, obispo de Temuco