Vecinos de Chivilcán bloquean las calles tras fatal atropello de niña
SEGURIDAD. Ambar Ñanco Arcil, de 8 años, fue impactada en bicicleta por una camioneta. Residentes exigen lomos de toro.
Indignación. Pena. Impotencia. Todas estas emociones afloraron entre la fatídica tarde del viernes 2 y este sábado 3, tras el fatal atropello de Ambar Ñanco Arcil, de ocho años, en el sector Vegas de Chivilcán, en Temuco.
La rabia de los vecinos por lo sucedido creció al conocer que Juan Carlos Namoncura Antivil, conductor de la camioneta que impactó a la menor, quedó en libertad luego de un control de detención durante la mañana del sábado en el Juzgado de Garantía de Temuco.
La estudiante de tercero básico de la escuela Monopaine del sector Chivilcán vivía en la calle Bruno Trejos. El viernes jugaba en bicicleta a pocos metros de su hogar, en plena calle Teodoro Wickel, cuando cerca de las 17.30 horas, una camioneta de marca Chevrolet, modelo LUV y color azul que conducía Namoncura Antivil, impactó a la pequeña provocándole graves lesiones que la obligaron a ser trasladada al hospital Hernán Henríquez de Temuco.
El capitán Luis Riquelme, jefe de Subservicios de la Octava Comisaría de Carabineros, detalló que luego de 20 minutos del atropello, personal policial llegó al lugar para constatar lo ocurrido, más una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) para trasladar la niña al hospital Hernán Henríquez Aravena.
Mientras, Juan Carlos Namoncura, quien no se encontraba bajo los efectos del alcohol ni poseía antecedentes policiales, se mantuvo en el lugar, hasta que fue detenido por los carabineros.
Los médicos internaron a Ñanco Arcil en la Unidad de Tratamientos Intermedios (UTI), pero a las 04.20 de la madrugada de ayer su corazón dejó de latir.
Protesta
El caso causó el enojo de los residentes del sector, quienes aseguran que Namoncura conducía a exceso de velocidad de poniente a oriente al momento del atropello.
Los residentes del sector instalaron tres barricadas en calle Teodoro Wickel, entre las calles Bruno Trejos y Los Riscos para solicitar la instalación de lomos de toro. Si bien en la mañana de ayer sólo habían rocas, muebles y escombros, ya cerca de las 17 horas les agregaron neumáticos y los encendieron cerca del punto donde ocurrió el atropello, hasta cerca de las 20 horas. La idea de la manifestación era llamar la atención de las autoridades, ya que consideraron que les han dado la espalda en materia de seguridad vial.
Residentes del sector aseguran que el sector más peligroso lo conforman la unión de las calles Wickel, Trejos y Los Riscos. Las tres vías forman un triángulo de área verde justo frente a la casa de Ambar. En dos de las tres esquinas de esta manzana ya habían ocurrido accidentes previamente.
Casi como una ironía, cuentan que la pequeña de ocho años falleció en el único vértice de este triángulo donde no ocurría un deceso. "Con este último atropello, se cierra el triángulo", comentó molesta la dirigente vecinal Yismery González Bravo.
Aseguran que hace más de un año, solicitaron a la Municipalidad la instalación de un lomo de toro que obligara a reducir la velocidad en calle Wickel. "Supongo que ahora irán a hacer algo", dijo González, "porque esperaron otra muerte más y lamentablemente fue una niña de ocho años".
Al parecer la velocidad es todo un tema en el sector. El reclamo está en boca de todos. Hasta en Ana Rosa Díaz, residente de calle Bruno Trejos, quien afirma que casi fue víctima de otro atropello de parte de un conductor de un microbús, a pasos de su hogar. "Me echó la micro, no alcancé a tomarle la patente. No tuvo respeto (el chofer), si me sacó hasta la lengua", dijo.
Juegos y recuerdos
"- ¿Qué pasó con Ambar, mamá? -No está, hijito. -¿Y por qué? -Es que Dios necesitaba un angelito". Esta es parte de una desgarradora conversación en que el pequeño Alexis Flores, amigo de Ambar, parecía no comprender totalmente lo que su madre Yismery González le estaba diciendo.
De todas formas, es una muestra del cariño que la familia compartía no sólo con los adultos, sino que con los niños del vecindario que se reunieron en masa frente al domicilio. Y el acompañamiento se mantuvo incluso cerca de las 18 horas del sábado, cuando los familiares retiraron el cuerpo del Servicio Médico Legal para trasladarlo a la iglesia evangélica más cercana al hogar de Ñanco Arcil.
Allí, hasta los más pequeños se acercaban al féretro para despedir a su vecina. María Paz Rojas, de 6 años, se notaba muy preocupada por su amiga. Ella le había prestado a Ambar su bicicleta rosada para pasear esa tarde de viernes.
De esta forma las decenas de niños del sector prefieren recrearse, paseando afuera de sus casas y jugando en el triángulo de área verde, pese a que también existe una pequeña plaza con juegos aeróbicos de metal cerca del lugar.
"Todos tenemos hijos. Nadie está libre de esto, y porque no tienen un espacio donde jugar corren el riesgo. Lo que le pasó a ella le pudo haber pasado a cualquiera de nuestros hijos", contaba Nayadeth Ayala, madre de dos hijos de dos y ocho años.
Finalmente, Walter Jacobi, director de Tránsito de la Municipalidad de Temuco, consignó que dado lo ocurrido, "se hace necesario evaluar la situación", algo que podría concretarse a contar de la próxima semana.
Preocupación por más niños en el sector
A la presencia frecuente de la población infantil de Chivilcán en las calles y áreas verdes, el concejal Roberto Neira añade una preocupación más: en calle Bruno Trejos, precisamente donde ocurrió este accidente, se va a construir un jardín infantil administrado por la Junji. "Los vecinos hace tiempo que han solicitado un lomo de toro, porque además me contaban que como en ese sector siempre van a dejar vehículos robados, transitan a altas velocidades, aunque este no fue el caso", indicó.