De todos los colores, tamaños y cilindradas. Así eran los autos clásicos que participaron del Rally de la Hermandad, organizado por el Club de Autos Antiguos y Clásicos de La Araucanía y que se desarrolló con el auspicio de Inalco Sur, Inacap y Topp&Brand, el cual congregó a 50 vehículos de colección chilenos y argentinos. La actividad partió en Zapala -al otro lado de la cordillera-, pasando por Temuco, para concluir su recorrido ayer en Nueva Imperial.

De esta manera, pasadas las 14 horas comenzaron a llegar hasta el Jumbo Los Pablos distintos modelos de autos antiguos, cuyo dueños se dieron el tiempo de compartir con curiosos espectadores quienes se tomaron fotografías junto a los refaccionados Chevrolet Camaro y Corvette, Cadillac Deville, o un Mercedes Benz, entre otros vehículos.

Así, y tras su paso por Temuco, la caravana de 25 autos emprendió rumbo a la plaza de Armas de Nueva Imperial, ciudad en la que el Club tiene su sede y en donde un amplio público apreció la muestra de 50 vehículos, cuyos dueños disfrutaron de una cena de camaradería como cierre a la increíble travesía que debieron sortear.

RALLY

Lo anterior, ya que el viernes representantes del Club de Autos Antiguos y Clásicos de La Araucanía emprendió rumbo a Zapala, ciudad argentina en donde los integrantes del Club de Autos Antiguos y Especiales de la Patagonia los esperaba para unirse en la primera versión de este Rally de la Hermandad de la ciudad trasandina y de Nueva Imperial.

Fue así como el sábado retornaron a Chile a través de la cordillera, visitando distintos lugares como Lonquimay y Curacautín, para llegar en horas de la tarde de ayer a Nueva Imperial, en donde la Municipalidad (que fue un soporte vital) preparó todo para que este evento tuerca se convierta en el primero de muchos.

Los vehículos

Emilio Guerra, dueño de un Cadillac de 1966, se sumó a este Rally que transformó a su vehículo en uno de los favoritos. "Este fue un auto muy cotizado en Estados Unidos, se usó bastante, se produjeron muchos automóviles de esta naturaleza por las características que tenía de comodidad, éstos, ya en el año 73, traían velocidad crucero, por ejemplo", explicó el socio del Club de Autos Antiguos y Clásicos de La Araucanía.

Sin embargo, estos autos dejaron de fabricarse, tal y como explicó Guerra, por la crisis del petróleo, ya que consumen mucho combustible, cuatro kilómetros por litro en este caso. A eso se suma su peso y su tamaño, el cual llega a 5 metros 80 centímetros de largo. El auto lo compró en Miami, Estados Unidos.

Nicolás Flores sobre su Chevrolet Camaro del 73, contó que "lo armamos con mi viejo, él lo compró hace 21 años y hace siete decidimos restaurarlo, pintarlo del color que está, que es un gris, y le hemos puesto harta dedicación", dijo.

De esta manera, los amantes de estos clásicos de colección se aprontan para futuras versiones, demostrando que los eventos tuerca llegaron para quedarse.