Hugo Soto

El tranquilo río Imperial fue el escenario de la época de oro del transporte fluvial, cuando -en los años previos al gran sismo de 1960- era ocupado como la única "carretera" que trasladaba personas y las pesadas cargas de trigo y harina desde los molinos ubicados en la orilla carahuina.

Su rica historia también ha estado teñida con numerosos naufragios de vapores, ostentando un récord difícil de igualar: en un lapso de menos de tres meses, en el año 1948, vio hundirse en sus aguas al "Cautín" y al "Helvetia", sumando la increíble cantidad de 193 víctimas fatales.

La irrupción de las rutas terrestres, los cambios que dejó el terremoto del 60 en el fondo del río, así como el temor que causaron los grandes naufragios, hizo que el Imperial perdiera su condición de río navegable por al menos medio siglo. Sin embargo, desde hace dos años, un grupo de empresarios costeros ha comenzado a incursionar en la navegación del río, a través de un catamarán con capacidad para 40 personas y una lancha con capacidad para 12, las que comenzarán a surcar las aguas en una mezcla de turismo de intereses especiales y de rescate histórico capaz de sacar provecho a los paisajes únicos de la zona de Saavedra-Carahue y a la vez explotar la rica historia de una zona que tiene numerosos registros desde la época de Pedro de Valdivia.

CATAMARÁN

Un anuncio de marejadas para este fin de semana obligó a los empresarios del Catamarán Puerto Saavedra a trasladar el inicio de sus viajes por el río Imperial para la próxima semana.

"Daremos inicio a nuestra navegación hasta el mes de marzo", apuntó Miguel Bonifay, quien es además presidente de la Mesa Fluvial del Imperial. "Comenzaremos este sábado 14 y a partir de allí los fines de semana para ya en verano sumar más días", apuntó el empresario.

El catamarán inició funciones el año pasado, y de esta experiencia se determinó que la embarcación requería de un techo y un cierre de ventanas, ya que el viento costero en el río es muy helado.

"Lo cerramos completamente para evitar que nuestros pasajeros se nos murieran de frío", apuntó Bonifay.

El viaje más solicitado es el de una hora y media con rumbo a una playa virgen ubicada entre la barra y Moncul. El valor es de 5 mil pesos por persona.

El viaje a Nehuentúe tiene una duración de 2 horas y su valor es de 8 mil pesos. A Carahue, el viaje es de 4 horas y su valor es de 15 mil pesos por persona.

NAUFRAGIOS

A fines de este mes, otra embarcación de corte turístico saldrá a las aguas del Imperial:, la lancha "Santa Inés", que realiza viajes desde Carahue hacia Nehuentúe.

Mauricio San Martín, administrador de la embarcación, dijo que "ésta es ya nuestra tercera temporada en el río, y el año pasado nos fue muy bien, mucha gente quiso embarcarse, así es que nos mantuvimos hasta marzo".

Doce pasajeros y dos tripulantes es la capacidad de "Santa Inés", que realizó en verano viajes a Nehuentúe cada media hora. El valor -que se mantendrá para este año- fue de 2.500 pesos por persona.

Pero uno de los atractivos centrales de este recorrido de la "Santa Inés" es la historia de los naufragios de los vapores "Cautín" y "Helvetia", narrada por el otro socio de esta lancha, Idelfonso Rojas, quien tenía 14 años cuando ocurrieron ambos desastres.

"Fue un golpe duro para Carahue y Saavedra el hundimiento del vapor Cautín, el 19 de enero de 1948, que se hundió porque tenía demasiado peso, además que la gente estaba bailando arriba del barco", narró Idelfonso Rojas.

El testigo agregó que "apenas salían de este shock los vecinos de la costa cuando se produce el hundimiento del vaporcito Helvetia, un barquito suizo de pasajeros. El 10 de marzo realizaba su servicio de pasajeros que enlazaba con el tren en Carahue, y pasó a enredarse en el cable de la balsa que hacía transbordos. Esas historias relato a los pasajeros en nuestros viajes, mostrando el lugar donde se hundieron estas embarcaciones".

TAXIS FLUVIALES

En el nacimiento de la Mesa Fluvial, que unió a autoridades y empresarios de Saavedra y Carahue, además de apoyos de universidades regionales, se habló de la posibilidad de comprar "taxis fluviales" como lo que existen hoy en Valdivia. Sin embargo, la idea no prosperó por el costo de estos vehículos.

"Cada uno cuesta 60 millones de pesos, dado que son impulsados por energía solar, así es que desechamos la idea y seguiremos con las embarcaciones que hoy existen", sentenció Miguel Bonifay.

La invitación para el inicio de los viajes por el Imperial es para este sábado 14, con la salida "corta" hacia la playa ubicada frente a la barra, al otro lado del balneario Los Pinos, en Saavedra. Será el comienzo de los recorridos del catamarán por el río Imperial, es una temporada donde se espera comiencen a aparecer algunas motos de agua y veleros surcando la antigua "carretera de agua" de la costa.