Hugo Soto
Cerca del mediodía de ayer buena parte de la comuna de Melipeuco estaba reunida en torno a su calle principal, disfrutando de la tercera versión de su fiesta patrimonial, absolutamente nueva -apenas es esta la tercera versión- pero que ha sido acompañada por el éxito, que se refleja en las miles de personas que llegan desde distintos puntos de La Araucanía, del país y de Argentina.
La Fiesta del Baqueano nació con la idea de entregar a las nuevas generaciones algunas pinceladas históricas de lo que fue el inicio de la comuna, en tiempos en que gauchos, mapuche y colonos convivían en la cordillera.
Pero además, la fiesta trae consigo un añadido nada despreciable. La cantidad de población flotante durante estos dos días de actividades supera las 15 mil personas, situación que activa al comercio, los restaurantes y en general a toda la zona productiva de la comuna, donde el patio gastronómico, las ferias artesanales y de esparcimiento, reúnen la oferta de los agricultores, ganaderos, lecheros, madereros y de los vecinos que viven a la sombra del Llaima.
Homenaje
El intendente Andrés Jouannet encabezó la comitiva de autoridades del Gobierno Regional que llegó hasta Melipeuco, sumándose por el lado de los parlamentarios el diputado RN, Diego Paulsen.
En condición de anfitrión, el alcalde de Melipeuco, Juan Carlos Espinoza, dio la bienvenida a sus vecinos y a los invitados, que se reunieron a las afueras del edificio municipal para participar de la ceremonia inaugural de esta fiesta organizada por el municipio y la Agrupación de Baqueanos.
La primera acción fue coronar a la reina baqueana, honor que recayó en Viviana Alfaro Díaz, estableciéndose que la mujer del baqueano "no sólo se preocupa de criar a los hijos, sino también de cooperar en los quehaceres del campo, el apoyo de las veranadas, la lechería, la esquila y la cosecha".
A continuación, una delegación de baqueanos de Lonquimay se sumó a la fiesta, siendo recibidos por sus compañeros baqueanos de Melipeuco, donde mapuches, colonos y jinetes a caballo se confundieron en un abrazo que simbólicamente unía a los hombres de la cordillera.
"Esta Fiesta del Baqueano apunta a reconocer nuestra historia, la identidad cultural y las experiencia de vida", señaló el alcalde Juan Carlos Espinoza, quien agregó que "esta tradición es importante para darle a Melipeuco el sitial que le corresponde, rescatando nuestro rico pasado".
El alcalde destacó la labor que cumple en la organización de esta fiesta la Agrupación de Baqueanos de Melipeuco y es así que en la ocasión se firmaron dos importantes documentos: un decreto alcaldicio que establece a la Fiesta del Baqueano como un festejo de carácter comunal, y un convenio de colaboración.
El presidente de la Agrupación de Baqueanos de Melipeuco, Aníbal Tagle, señaló que "reunimos a cerca de 60 baqueanos, todas personas activas en la cordillera. Esta fiesta es para nosotros un tremendo orgullo, porque destaca la labor de la gente de campo y montaña".
Un momento especialmente emotivo de la ceremonia fue la entrega de reconocimientos a los viejos baqueanos y sus esposas. Los niños y niñas de las escuelas de la comuna fueron quienes les premiaron por su esfuerzo y su aporte a Melipeuco.
Desfile
25 carros y 60 jinetes dieron vida al desfile inaugural, donde se representó desde un recreo en una escuela de época hasta los mitos de la zona, incluyendo la misteriosa sirena del río Truful Truful.
Escuelas, municipio, agrupaciones de la comuna y -por supuesto- los baqueanos en sus cabalgaduras, realizaron un espectacular desfile, muy alejado del concepto tradicional de este acto cívico, lo que quedó graficado en el paso de un "mono", construcción cónica hecha con leña y pasto donde se "fabricaba" el carbón.
La jornada de ayer continuó con actividades costumbristas y numerosos asados en el patio gastronómico.
Hoy finaliza esta fiesta, en una jornada que promete muchas sorpresas, siempre a la sombra del Llaima.
"Esta fiesta nos llena de orgullo, porque destaca la herencia de la gente de campo y de cordillera".
Aníbal Tagle, presidente de los Baqueanos
"Del año 50 que estuve metido en la cordillera, ahora ya tengo 84 años y la conozco de arriba abajo". Roberto Huechuán baqueano "Ya estoy viejo, pero recuerdo que entre los 60 y 70 fue cuando más actividad teníamos los herreros en esta comuna".
Juan Pablo Romero, herrero
"Yo vivo en la cordillera, en Alpehue, así es que sigo recorriendo las montañas, donde tengo campo".
Leopoldo Rebolledo, baqueano
15 mil personas por lo bajo es lo que se espera como público asistente a estas dos jornadas de la Fiesta del Baqueano.