Carolina Nahuelpi
En su paso por Temuco, en el marco del encuentro "Educación y Empresa" que organizó Corparaucanía, Eduardo Gras, fundador de la empresa Socovesa, hizo un alto en su agenda para conversar con El Austral. En la ocasión recordó su historia antes del despegue de la inmobialiaria, etapa que vivió casi en su totalidad en la capital regional.
Cuenta que, pese a que nació en Valdivia, se siente como un hijo de Temuco. Y no es de extrañar, pues sus padres dejan la ciudad de los ríos cuando él -hijo mayor de tres hermanos- sólo tiene cuatro años.
Deja Temuco para terminar la educación media en el Instituto Nacional, de Santiago, y cuando estaba en segundo año de Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile debe volver. "Mi padre me dice 'aquí no viniste a estudiar, viniste a trabajar, así que tienes que volver a hacerte cargo del boliche'", recuerda.
Cuando estaba apoyando a su padre, nace la Asociación de Ahorro y Préstamos de La Frontera, donde tiempo después comienza a trabajar. En ese entonces no podía sospechar que esta entidad sería clave en su vida y en la de miles de personas que han construido sus historias en viviendas de Socovesa.
- ¿Cuándo decide construir su camino independiente?
- La Asociación de Ahorro y Préstamos de La Frontera fue una palanca tremenda para fomentar la construcción (...). Yo vi eso y dije 'aquí hay una oportunidad para formar empresa', entonces renuncié y armé una pequeña compañía. Con 'poquita' plata compramos un terreno en Avenida España y construimos 16 'casitas'.
- ¿Termina su carrera en algún momento?
- En medio del gobierno de la Unidad Popular, cuando las cosas estaban muy difíciles y ya con familia, decidí estudiar Construcción Civil. Así cumplí el sueño de mi vida de ser profesional.
- ¿Cuándo comienza a posicionarse Socovesa?
- No son proyectos, son oportunidades que se toman, aprovechan y desarrollan.
- Pero, ¿hay un antes y un después en esto? ¿Algún hecho clave?
- La crisis del 82. Nosotros éramos demasiado chicos y cuando tú ves que viene una ola grande, no te queda otra cosa que tirarte por debajo de la ola, porque si no ésta te da vuelta y te arrastra. Nosotros nos tiramos por debajo y salimos al otro lado con la cabeza arriba. Muchas empresas desaparecieron del sistema y quedó un espacio en el que existía demanda, pero no oferta.
- ¿Qué construye a partir de esto?
- Un conocido me cuenta que en Santiago hay un grupo de personas que tiene una cooperativa que buscaba una empresa. Así partí allá. Eran como 43 casas. La presencia en Santiago coincidió con la enfermedad de mi señora (quien fallece en 1986), así que por los tratamientos nos trasladamos definitivamente a la capital y dejo Temuco (...). Hoy Socovesa tiene operaciones desde Iquique a Punta Arenas. Es una tremenda empresa... si tú me hubieses preguntado hace 40 años "¿tiene algún plan, un proyecto?", la verdad es que no. Las cosas se construyen así, día a día.
- Pero también hay aspectos que deben diferenciar la visión de la empresa de otras...
- Profesionalizar la empresa. Armamos equipo con personas comprometidas, algunas de las cuales trabajan desde los comienzos. Y armamos un sistema en el que en los resultados que íbamos obteniendo también participaba la gente que nos apoyaba. Así seguimos creciendo, hasta el 2008, cuando nos pegamos un tremendo salto, porque compramos Almagro, una compañía con mucho prestigio en el rubro de los departamentos. Armamos una compañía más grande y nos abrimos a la bolsa.
Vínculo con la región
- El 2009 deja la presidencia de Socovesa. ¿Qué concentra sus esfuerzos a partir de entonces?
- Hoy estoy jubilado. Di un paso al costado y reorganicé mi vida. Mi función principal es ser el presidente de la Corporación Educacional Emprender (...). El aporte que he querido hacer en Temuco es concreto, real, a través de la Escuela Emprender, que está en el sector Amanecer. Soy afortunado por estar al final de mi vida en un proyecto educativo, porque estoy convencido que los problemas que afectan a los chilenos y a la Región se pueden resolver desde la educación.
- Con su rol en Emprender, usted mantiene un vínculo con la Región. ¿Cuál es su visión de ella?
- Sigo viniendo a Temuco y sigo preocupado de las cosas que ocurren en la Región. Mi vínculo es definitivo con esta ciudad, es mi ciudad (...). Ahora, yo creo que el conflicto es muy complejo. Es llamado conflicto, pero en realidad es una reivindicación del pueblo mapuche. Es complejo y a situaciones complejas, deben haber soluciones complejas. En el proyecto de Francisco Huechumilla estaba esto; el problema es que no se ha concretado (...). Lo que se debe hacer es meterle mano a la pobreza y la educación es el principal elemento que permite enfrentar estos problemas.
- ¿Fue un error haber pedido la renuncia de Huenchumilla?
- Soy amigo de él, también de Andrés (Jouannet). Pero ese es un tema político y se lo dejo a los políticos.