Lorenzo Lovera

Dieciséis años atrás, la vida de Víctor Saiz Bocaz (35) cambió para siempre tras ser impactado por un conductor en estado de ebriedad. El resultado: lesiones graves que lo dejaron tetrapléjico. Dieciséis años después, un segundo conductor bajo la influencia del alcohol lo volvió a interceptar y esta vez agredirlo, dejándolo con lesiones menos graves.

El ataque se produjo el viernes, a eso de las 20.30 horas, en la Avenida Alemania esquina Prieto Norte, en instantes en que Saiz se dirigía a su casa para ver por primera vez en años la obertura de la Teletón, a la que por años asistió en calidad de beneficiario.

Según su propio relato, la agresión se produjo de un momento a otro, siéndole imposible poder esquivar los golpes de puño que acusó recibir por parte del abogado Pedro Venegas Sandoval.

Al respecto, Saiz Bocaz dijo que "hasta el momento no logro entender lo que pasó. De un momento y en menos de 2 a 3 segundos, recibo una brutal agresión, cuatro golpes de puño en el rostro y no contento con eso, me toma el brazo e intenta quebrármelo y fracturarlo".

Consultado Saiz por las razones que le habría señalado Venegas para querer golpearlo, éste dijo que en ningún momento le dijo algo pero que instantes después "cuando escuchó que yo era discapacitado y empieza a acercarse la gente, él me seguía golpeando y esgrimiendo que él era juez, que a él no le iba a pasar nada".

El acusado

Un par de horas después de ser formalizado por el Ministerio Público, el abogado Pedro Venegas decidió romper su silencio con El Austral y lejos de bajarle el perfil a los hechos, asumió que su actuar fue una "estupidez".

Consultado sobre cómo ocurrieron los hechos, el profesional acusó que esa tarde de viernes iba conduciendo su vehículo por la Avenida Alemania cuando de pronto, ve al móvil de Víctor Saiz, asegurando que "estaba manejando de manera extraña, como con movimientos medio zigzagueantes y frenando", agregando que en ese momento pensó que "me iba a golpear o me iba a decir algo".

Eso sí, Venegas reconoció que "venía con un par de copas de más" y que luego de ver que su víctima era discapacitada su reacción inmediata fue de pedirle disculpas, señalándole "disculpa weón, soy un imbécil, porque no me había dado cuenta que por esa razón él estaba manejando de esa manera".

El formalizado además negó los dichos de Víctor Saiz en relación a la agresión de puños que la habría propinado, explicando que tras ver su realidad quedó "impactado inmediatamente, me fui para adentro y me dije soy un imbécil".

Por último, el profesional aseguró que tras percatarse de su error, quiso enmedar su conducta acercándose a Saiz, pero que éste último se negó a hablar con él. Por lo mismo, Venegas aseguró que espera "en algún momento poder sentarme a conversar con él, que se le pase la rabia y sentarnos a discutir el tema", sentenció.

Audiencia

Hasta la sala 1B del Juzgado de Garantía llegó Pedro Venegas para enfrentar su formalización. A escasos centímetros se ubicó su víctima, Víctor Saiz, claro que durante toda la sesión no hubo un solo intercambio de miradas ni de palabras.

En la misma, el fiscal Jorge Mandiola sostuvo que Venegas conducía con 0,66 gramos de alcohol por litro de sangre, motivo por el cual el persecutor lo formalizó por los delitos de manejo en estado de ebriedad y lesiones menos graves en contra de Víctor Saiz.

La defensa en tanto, representada por el defensor penal público, Héctor Pedraza, no pudo señalar grandes antecedentes ya que el acusado se acogió a su derecho de guardar silencio.

Tras escuchar a ambas partes, la magistrada Luz Mónica Arancibia resolvió dejar en libertad a Pedro Venegas con las medidas cautelares de firma quincenal y prohibición de acercarse a la víctima.

Tras ello, el abogado huyó rápidamente del lugar, siendo escoltado por otras tres personas, sin enfrentar a los medios presentes ni menos volver a intentar conversar con Saiz, que salió del Juzgado molesto por su actuar y por la resolución judicial.

Según explicó posteriormente el fiscal Jorge Mandiola, en caso de ser encontrado culpable Pedro Venegas del delito de conducción en estado de ebriedad, las penas podrían oscilar entre 61 y 540 días de presidio, además de la suspensión de su licencia de conducir por el plazo mínimo de 2 años, mientras que por el ilícito de lesiones menos graves correspondería una pena que partiría en los 61 días hasta los 540 días.

Carabineros detiene a banda que cometía abigeato en Pitrufquén

Un llamado telefónico de un trabajador de la Forestal Arauco, alertó a los efectivos del retén Lastarria de Pitrufquén para iniciar un operativo que terminó con la detención de tres personas por el delito de abigeato.

Según explicó la institución policial, los hechos ocurrieron en el sector Pidenco Bajo, cuando un grupo aproximado de cinco personas ingresó a un predio con la finalidad de hurtar animales de dicho lugar.

El ingreso al predio se hizo efectivo mediante una camioneta marca Toyota, hasta donde los infractores lograron subir un total de 9 ovejas (2 de ellas faenadas).

Eso sí, la llegada de los efectivos del retén Lastarria, motivó que los asaltantes huyeran del lugar, dejando abandonada la camioneta con la totalidad de los animales en su interior, lograron minutos más tarde la detención tres personas, dos hombres y una mujer.

Según explicó el teniente Felipe Acuña, los detenidos no tenían antecedentes penales, mientras que las otras dos personas partícipes del robo "están siendo buscadas por los efectivos policiales y además fueron encargadas a las juntas de vigilancia rural del sector", sostuvo el funcionario de carabineros.

Acuña agregó por último que los hechos denunciados estarían clarificados ya que "los detenidos no tendrían hasta el minuto cómo justificar que los animales les pertenecían", sentenció el teniente del retén Lastarria.