Promueven cielos de Chile Como patrimonio de la humanidad
RESPALDO. Un grupo de astrónomos buscará el apoyo de la Unesco.
Astrónomos de varios países promueven los cielos oscuros del norte de Chile como Patrimonio de la Humanidad, con el fin de protegerlos de la contaminación lumínica que origina el ser humano, todo "por el bien de la ciencia".
Para ello, diversas organizaciones relacionadas con la astronomía presentarán en los próximos meses una serie de antecedentes a la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco), con la que están trabajando desde 2008.
Sin embargo, la Unesco "no reconoce cielos como patrimonio, así que será un territorio físico que tendremos que definir", señaló a EFE el director de la Asociación de Universidades para la Investigación en la Astronomía (Aura) en Chile, Chris Smith.
El científico explicó que para postular al reconocimiento universal "los observatorios que vamos a proponer primero deberán ser proclamados Patrimonio Nacional por el Gobierno de Chile".
"Los sitios elegidos, cuántos kilómetros abarcarán, la zona de protección y los cielos en particular aún se están decidiendo, ya que el plan que será presentado requiere de mucha rigurosidad", destacó Smith.
En agosto pasado, el sitio Aura del Valle de Elqui se convirtió en el primer espacio de protección internacional de cielos nocturnos en el mundo, bautizado "Santuario de Cielos Oscuros Gabriela Mistral".
La iniciativa de los expertos tiene por objetivo cuidar y dar importancia a estas "ventanas al universo", desde donde se han hecho grandes descubrimientos e innumerables exploraciones de las galaxias.
Actualmente, Chile tiene el 40% de la observación científica en el mundo y se prevé que para el año 2020 llegará a un 70%, gracias a las instalaciones que se encuentran en construcción, las que "sumarán grandes avances científicos".
Contaminación
Los cielos del norte chileno, que ven pasar nubes muy pocos días del año, además del clima seco y el flujo suave de aire que llega al árido desierto de Atacama desde la costa, permiten observar desde los telescopios imágenes nítidas que los profesionales elogian.
Sin embargo, estos avances científicos van acompañados de un obstáculo, como la instalación de empresas y el crecimiento de las ciudades situadas alrededor de los observatorios.
La "contaminación lumínica", como llaman a la emisión de luz que se dirige hacia el cielo, lleva años amenazando la observación astronómica, lo que "vuelve difícil poder ver los objetos débiles en el espacio.