Macarena Álvarez
Más de 500 personas se reunieron durante el mediodía de ayer en la plaza de Curacautín para expresar su descontento ante la aprobación de la Central Hidroeléctrica Doña Alicia, proyecto energético que había sido rechazado por la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de La Araucanía en abril de este año, sin embargo, el lunes recién pasado fue aprobado por el Consejo de Ministros del Medio Ambiente.
Con una marcha por las principales calles de Curacautín y actividades que se extendieron por alrededor de tres horas, los habitantes de la comuna cordillerana aseguran que ésta es la primera de muchas manifestaciones en contra del proyecto hidroeléctrico, que pretende instalarse en el río Cautín, exactamente en el sector Piedra Cortada, cercano a Malalcahuello.
En el evento participó una serie de organizaciones sociales de distinta índole, tales como Vive Curacautín; Curacautín sin embalses; y la Red Reserva Biósfera Araucarias, entre otras. A los que se sumaron juntas de vecinos y agrupaciones de las localidades de Manzanar y Malalcahuello, entre otros.
La hidroeléctrica
Esta central hidroeléctrica de pasada es un proyecto con capitales extranjeros, cuyo costo de inversión supera los 20 millones de dólares. La empresa detrás de "Doña Alicia" es la compañía española Ingenium Civil con casa matriz en Barcelona y sede en Chile desde el año 2007.
Las obras principales de "Doña Alicia" consisten en una bocatoma con escalera de peces y pasada de embarcaciones, canal de aducción enterrado, cámara de carga, tubería a presión, sala de máquinas en falsa caverna y obras de descarga. En el sector bocatoma se generará un embalse de 1,3 hectáreas. En total, el proyecto se emplazará en 12,9 hás. y pretende generar 6,3 megawatt que serán inyectados al Sistema Interconectado Central (SIC).
MARCHA
"La gente se ha autoconvocado en la plaza de Curacautín para manifestar su descontento con respecto a la votación del Consejo de Ministros, donde por unanimidad se votó a favor de la central hidroeléctrica, pasando por encima de la voluntad ciudadana y las autoridades regionales", afirma Carmen Martínez, dirigenta social de la comuna.
Martínez señala que "estamos defendiendo este territorio maravilloso, y estamos poniéndonos de acuerdo para seguir reuniéndonos en la plaza y comenzar a explicar de qué se trata este proyecto en las poblaciones de la comuna".
Por su parte, Luis Soto, vocero de la agrupación Vive Curacautín, destacó no sólo la convocatoria lograda para un pueblo pequeño, sino también el amplio espectro de participantes, lo que a su juicio demuestra la oposición transversal de la comuna frente al proyecto. "Fue un evento familiar y que busca generar unidad y demostrar la importancia de la tierra", cuenta Soto, quien precisa que en el evento se entregaron manzanas a los asistentes como un símbolo de cuidar lo que entrega la naturaleza.