Este año se estrenaron menos películas chilenas que en 2014, pero el entusiasmo del público se ha mantenido. Se cuenta alrededor de un millón de espectadores, lo que es bastante mejor que hace algunos años. Pese a todo, la audiencia sigue siendo la gran debilidad de la cinematografía local. Lograr un incremento implica mejorar tanto la promoción como la distribución, pero también analizar cuáles son las debilidades que cargan las ofertas que llegan a salas.
Es significativo que una de las cintas más vistas del año haya sido "El bosque de Karadima", de Matías Lira. Si el público nacional prefirió anteriormente el escapismo de las comedias, esta vez enfrentó un drama de la vida real que comulgó con otras apuestas centradas en la Iglesia Católica, como "El Club", de Pablo Larraín (actual candidata a los Globos de Oro), y el documental "Habeas Corpus", de Claudia Barril y Sebastián Moreno, focalizado en las acciones de la Vicaría de la Solidaridad.
Este fue también el año de la no ficción. Hubo un entusiasmo generalizado ante el estreno de "El botón de Nácar", de Patricio Guzmán, y especialmente frente a "La once", de Maite Alberdi, ese documental que convocó a un público amplio a lo largo del país. Vale destacar, además, una producción de perfil mucho más bajo: el lúcido "Crónica de un comité", de Carolina Adriazola y José Luis Sepúlveda, ganador de FIDOCS.
En cuanto a estrenos internacionales, la cartelera chilena sigue estando en deuda con un cine alejado de la gran industria y los imperios del popcorn. Brillaron por su ausencia películas que refrescaron, por ejemplo, la programación argentina, como la melancólica "Eden", de Mia Hansen-Love; "Tres recuerdos de mi juventud", de Arnaud Desplechin, o "La maestra del jardín", de Nadav Lapid. Pero tuvimos satisfacciones como "Leviatán", la majestuosa obra del ruso Andrey Zvyagintsev, o "Mommy", del canadiense Xavier Dolan.
Lo que no faltaron fueron los blockbusters. Disney remató el año con la esperada "Star Wars: el despertar de la fuerza", secuela que apeló a la nostalgia de una generación sin contentar a todos los fanáticos. También contamos con la decepcionante "Los 33", nuestro explotado drama minero transformado en fábula hollywoodense o "Los cuatro fantásticos", gran porrazo del cine de superhéroes.
El gran triunfo fue, sin dudas, de "Mad Max: Furia en el camino", continuación de la saga post apocalíptica del australiano George Miller, que obtuvo un logro poco común dentro de la gran industria: llenó salas y contentó a los especialistas. De hecho, FIPRESCI -la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica- la eligió como mejor película del año. Una sentencia sin precedentes.
"la once" triunfó en las salas chilenas y fue destacada por la crítica estadounidense.
"Mad max" fue éxito mundial.
en resumen
Este año asistieron un millón de espectadores a ver películas chilenas. Entre las más aclamadas estuvo el documental "La once", de Maite Alberdi y "El bosque de Karadima", de Matías Lira.
Por Andrés Nazarala R.
Fotograma de la película