Camilo Garrido
Esta semana, la familia Figueroa Mendoza, de la población Thiers de Padre Las Casas, multiplicó su alegría por dos, ya que por su condición económica fueron beneficiados con la ayuda de gratuidad. Por esto, sin costo podrán estudiar sus hijos Mario, Jonathan y Fernando. Este último además quedó como puntaje regional con 835 puntos en la prueba de Matemáticas de la PSU.
Los Figueroa Mendoza pertenecen a los primeros deciles en la distribución socioeconómica del país. Son siete los que viven bajo el mismo techo, quienes deben distribuirse el ingreso de Nelson, padre de familia, y los trabajos esporádicos de la madre, Yaneth Mendoza, y de los mismos hijos.
"Es un poquito complicado generar los recursos para solventar todos los gastos. Que vengan ahora con la gratuidad es excelente. Ahora hay que dedicarse a generar recursos para otras cosas, porque la educación es una mochila que ahora uno la deja afuera", comentó Nelson Figueroa.
AL NORTE
Incluso Jonathan, de 20 años, tuvo que viajar a Antofagasta para trabajar como temporero y así adquirir el dinero con el que creía que pagaría su educación. Sin embargo, y pese a que él ya había estudiado antes una carrera y desertó, bastó con que volviera a rendir la PSU este año para permitirle costear su ingreso a Pedagogía en Educación Física, en la Universidad de La Frontera (Ufro).
El caso de Fernando Figueroa, de 17 años, ya estaba resuelto el sábado 26, cuando conoció su destacado resultado en la PSU tras estudiar en el Liceo Bicentenario de Temuco. Como cualquier otro estudiante de 4° año medio que quiso acceder a la universidad, completó su Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (Fuas) en noviembre de este año y al conocer su puntaje PSU supo de inmediato que sería beneficiario, por lo que no deberá pagar matrícula ni arancel cuando estudie Ingeniería Civil en la Ufro.
Pero su hermano Mario, de 23 años, el más grande de los tres, tenía mayores dudas. Actualmente cursa el tercer año en la carrera de Ingeniería en Construcción, en la Universidad Autónoma. Estaba seguro que el 2016 iba a estudiar y trabajar al mismo tiempo, como hoy lo hace para pagar su matrícula y arancel, además de mantener a su hija Mayra de dos años y ocho meses.
Pero el seremi de Educación, Marcelo Segura, le dio la buena noticia: Mario tampoco tendrá que pagar por sus estudios. "Es un alivio para mí, mi familia y mi hija. Se hace todo más fácil. Es un motivo aún mayor para seguir estudiando", dice el joven padre.
16 mil jóvenes
Para celebrar el beneficio a esta familia, el seremi de Educación, Marcelo Segura, y el vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad de La Frontera, Eduardo Hebel, visitaron la casa de los Figueroa Mendoza, ubicada en calle Maquehue de Padre Las Casas.
Segura explicó que, así como los Figueroa Mendoza, serán 16 mil los jóvenes en toda La Araucanía que tienen derecho a la gratuidad. "Un 25% de los 16 mil (beneficiados), es decir cerca de 4 mil, son nuevos postulantes. El resto ya está entre el primer y último año de su carrera", dijo la autoridad de Educación.
El seremi explicó que la gratuidad se consigue al acreditar que el joven pertenece al 50% más pobre de los estudiantes a través del formulario Fuas, presentado en noviembre. "Inmediatamente cuando se inscriben en el Fuas, se cruza en el Ministerio de Educación con los datos de Desarrollo Social".
"Un 25% de los 16 mil (beneficiarios), cerca de 4 mil, son nuevos postulantes. El resto ya está entre el primer y último año de su carrera".
Marcelo Segura,, seremi de Educación
