Tren de santiago a temuco: el progresivo RETORNo de un gigante
FERROCARRIL. Desde el año 2015, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) realiza viajes turísticos que esperan sentar un precedente y restablecer el servicio Alameda- Temuco, suspendido en 2006.
"Éste es el segundo año del regreso del Tren Central Alameda-Temuco: un viaje turístico algunos fines de semana, sobre todo los largos, y especie de plan piloto que debiera culminar con el retorno del servicio regular, no sabría decirle cuándo". Es lo que asegura el conductor Francisco Parra, al referirse al ferrocarril que el viernes 15 del presente partió desde el Terminal Alameda, a las 21:30, y llegó a la capital de La Araucanía a las 9:45 del día siguiente, para volver a Santiago hoy domingo 17 en la noche.
Y aunque lo más probable es que el joven maquinista no conociera los días esplendorosos de este medio de transporte -que ayudó a forjar el progreso de Chile y llenó de luz y de vivencias la cotidianidad de los hombres y mujeres que a veces a diario lo usaban, y que empezó a declinar por razones de factibilidad económica en las ya postrimerías de la dictadura-, es indudable que los intuye.
ANIMAL DOMÉSTICO
"Hay que amar a la locomotora como a un gran animal doméstico, / amar sus resoplidos, sus nubes de vapor / la lluvia de hollín con que te bautiza cada estación", nos dice el poeta Jorge Teillier. Y si bien ahora las locomotoras son en su mayoría eléctricas, el hecho de que el tren -el mismo que llevara al mencionado lautarino hacia fronteras ignoradas y a Neruda hasta Estocolmo- ha regresado a Temuco por segundo año consecutivo y tras nueve años de ausencia.
"Los adultos que vivieron la magia del tren, viajan con sus hijos pequeños. Usted puede desplazarse y acudir al bar, lo que en los buses resulta imposible. El presente viaje es de tipo turístico: nos detenemos en Rancagua, Talca, Chillán, Laja, Renaico, Victoria y Lautaro, pues nadie anda apurado", asegura el novel maquinista.
Y es que al parecer, el insigne caballo de acero -que alguna vez tendiera su vasta red de rieles y erigiera sus andenes desde Arica a Puerto Montt, a través de ramales infinitos- se obstinará en permanecer. Pues se ha dicho que no sólo es real aquello que es factible, sino también -y acaso sobre todo- lo que nos deja en la memoria un recuerdo inmarcesible, un aroma a campo y el sonido del silbato que parte en dos el día.
Y además el tren tiene mucho que ver con la historia de nuestra larga y angosta tierra, ante todo desde aquel no tan lejano día de 1851, cuando en la nortina ciudad de Copiapó saliera hasta Calera el primer tren de la historia nacional.
ESTACIÓN TEMUCO
Y desde aquel día debieron pasar más de 70 años para que en la década del 20, en la Avenida Barros Arana a la altura del 191, se inaugurara la Estación Central de Temuco... y en aquel día permitiera la subida de colonos y criollos y mapuches, con sus arados y verduras, aunque también la de elegantes y ataviados caballeros.
Actualmente, la Estación Temuco -que ostenta un letrero bilingüe que en mapudungun dice 'We Futa Ruka Tren mu' (Acceso a la Estación)- sólo realiza a diario viajes desde la ciudad del Ñielol hasta Victoria, con detenciones previas en Pillanlelbún, Lautaro, Quillén, Perquenco y Púa. El costo de los pasajes hasta Victoria es de 900 pesos, y hasta Lautaro de 600, y los horarios son tres: 9:30, 16:45 y 20:00. A su vez, el viaje de regreso se realiza a las 6:30 (sólo de lunes a viernes y excepto feriados) y a las 18:20.
"Te gusta llegar a la estación... / Cuando la tarde cierra sus párpados de viajera fatigada / y los rieles ya se pierden / bajo el hollín de la oscuridad /... / El reloj sigue diciendo / que la noche es el único tren/ que puede llegar a este pueblo".
Y a despecho de aquella larga noche citada por Teillier, a despecho de los escasos servicios que en Chile ahora funcionan, sin duda que es posible esperar días mejores. Al menos este "Tren Central", que ha retomado el ida y vuelta Santiago-Temuco, parece ir en esa dirección.