Un astronauta muerto, un baile que replica los estertores de la agonía, una luna eclipsada, una melodía de tintes orientales que suena como un lamento, Bowie cantando con los ojos vendados, pero conectándose con el mundo a través de dos pequeños orificios. El video de "Blackstar" es tan dramático y elocuente como el de "Lazarus", estrenado horas antes de su fallecimiento. En él lo vemos con la misma venda, pero en una camilla de hospital, contando su condena antes de esconderse en un ropero para siempre.
En la orquestación de su propia desaparición -un gesto valerosamente situacionista-, Bowie no pudo dejar de lado las imágenes. Es por eso que convocó al realizador sueco Johan Renck (responsable de algunos capítulos de "Breaking Bad") para diseñar sus cartas visuales de despedida. Sin rehuir a las reglas del videoclip musical -lip sync frente a la cámara, sincronía rítmica, danza contemporánea-, Bowie recupera la enigmática belleza del cine arcaico y confía en el poder de los símbolos. "Blackstar" y "Lazarus" son dramáticos cierres de una carrera musical y una vida, pero también clausuras de una trayectoria cinematográfica que no tiene desperdicio.
Empezando por "El hombre que cayó a la tierra" (1976), de Nicolas Roeg, fábula sobre la alienación disfrazada de película de ciencia ficción. Bowie interpreta a un extraterrestre que viene a buscar agua para salvar a su planeta. La identificación con el personaje fue absoluta ya que el cantante no pasaba por un buen momento. Se había retirado a Berlín para curar su drogadicción. Estaba tan delgado que la vestuarista tuvo que usar ropa de niño para caracterizarlo.
En 1983, Tony Scott lo dirigió en "El Ansia". Junto a Catherine Deneuve formaron un pareja de vampiros que se alimenta de la sangre de sus amantes. Nuevamente el cine pareció copiar a la vida, como si exacerbara los años lujuriosos del cantante junto a su mujer Angie.
Ese mismo año Bowie protagonizó la magistral "Feliz Navidad, Mr. Lawrence", bajo la dirección del cineasta japonés Nagisa Oshima. Encarnó a un soldado atrapado en un campo de prisioneros japonés que establece una sexualmente ambigua relación con el capitán Yonoi (Ryuichi Sakamoto).
Julien Temple, reconocido por el rockumentary sobre los Sex Pistols "La gran estafa del rock and roll", lo dirigiría más tarde en "Absolute begginers" (1986), llamativo musical ambientado en los primeros años del rock and roll. Mayor impacto comercial tuvo "Laberinto" (1986), cinta fantástica de Jim Henson en la que interpretó al recordado Jareth, Rey de los Goblins.
Era cuestión de tiempo que los universos de Bowie y David Lynch colisionaran. Es por eso que interpretó al enigmático Philip Jeffries en "Twin Peaks: El fuego camina conmigo" (1992). Dejando de lado papeles menores en "La última tentación de Cristo", "Basquiat" (en la que interpretó a Andy Warhol) e incluso "Zoolander", vale destacar su encarnación del Nicolai Tesla en la subvalorada "El truco final" (2006), de Christopher Nolan, película de magos que marca su último gran desempeño para la gran pantalla.
En la película "EL ANSIA", bowie fue vampiro.
en resumen
Davis Bowie (1947-2016) era el nombre artístico de David Robert Jones, músico y compositor británico, ícono de la música pop, con 30 discos grabados. Es considerado un innovador.
Por Andrés Nazarala R.
fotograma de la película el ansia