"La Responsabilidad Social es una extensión de nuestro propio carácter"
José Miguel García Echavarri (60) es el nuevo Hijo Ilustre de Temuco. Dicho galardón lo recibirá hoy a las 19.30 horas en la Plaza Manuel Recabarren, en el marco del aniversario 135 de la ciudad, ceremonia que contará con la participación de Los Jaivas Sinfónico.
Este exitoso empresario inmobiliario, forestal y agrícola de La Araucanía es un hombre agradecido de la vida, que sueña con el mejor futuro posible para Temuco y la Región.
Sabe bien que "los activos no tienen alma", por eso hizo suya la Responsabilidad Social Empresarial, de la mano de la actividad gremial, aportando al desarrollo productivo, educacional e indígena de la Región.
RECONOCIMIENTO
-¿Qué significa para usted recibir en los 135 años de Temuco la distinción de Hijo Ilustre?
- Una tremenda sorpresa y alegría a la vez. Muchos recuerdos, mucha emoción y mucho agradecimiento, especialmente, al señor alcalde de la comuna, Miguel Becker, y a su Honorable Consejo Municipal. Me siento muy afortunado por mi familia, mis amigos, mi Región, y la vida entretenida que me ha tocado transitar.
- ¿Qué responsabilidad le asigna al galardón?
- Quiero compartir este enorme gesto de generosidad con todos aquellos que me han acompañado en mis aventuras. Me refiero a mi familia y a mis compañeros de trabajo en las distintas instituciones y emprendimientos donde he tenido la suerte de participar.
- ¿A quién le dedica el premio?
- A mi padre Leonardo, fallecido hace cuatro años, quien me enseñó a trabajar y a apreciar la naturaleza. Fue un excelente ejemplo y un gran profesor para todos nosotros. También a mi mujer Tere y a mi madre Pilar, que en forma silenciosa y abnegada me han acompañado y cuidado mucho.
- Cómo hijo de Temuco y en retrospectiva, ¿qué le parecen las transformaciones que ha experimentado la ciudad? ¿Va bien encaminada?
- Cuando nací Temuco tenía 50 mil habitantes y hoy 6O años más tarde se empina por sobre los 300 mil. Ha mostrado un gran crecimiento y se ha puesto pantalones largos. Sin embargo, me preocupa no caer en un modelo de crecimiento marcadamente segmentado. Tenemos que ser capaces de lograr mayores grados de integración y armonía.
- ¿Qué aspectos destacaría como positivos?
- Temuco es la puerta del sur, el acceso a la bien ponderada Patagonia, una gran ciudad de servicios con una atractiva y particular cultura. Destaco, además, el importante incremento de la infraestructura deportiva para los sectores más vulnerables.
- ¿Qué no le gusta de Temuco o qué le cambiaría?
- La contaminación y la congestión. La solución de estos fenómenos implica mucha voluntad política, gestión y recursos. Temuco debiera transformarse en una ciudad piloto para superar la contaminación.
- A su juicio, ¿Cuáles son las ventajas de vivir en Temuco?
- Su ubicación estratégica en una Región con grandes atractivos naturales, su tamaño funcional y una adecuada oferta de servicios de todo tipo, la transforman en un lugar muy atractivo para vivir.
- En calidad de empresario de la construcción, ¿Cómo analiza el crecimiento urbano de la ciudad y la conectividad?
- Es un gran desafío acompañar el crecimiento con una adecuada infraestructura vial. Y en lo inmediato, el puente nuevo será de gran ayuda. Quiero destacar también el valor que tiene contar en la ciudad con personas y empresas especialistas en eficiencia energética. Somos pioneros en contar con estas competencias y tenemos que aprovechar esta gran ventaja para cooperar en descontaminar nuestra querida ciudad.
- ¿Cuáles son los proyectos que necesita Temuco de cara al bicentenario?
- Nuevos puentes, un gran anillo de circunvalación, incorporar el Cerro Ñielol y la Isla Cautín, reconocer el río Cautín como borde urbano, recuperar el sector estación como patrimonio histórico, modernizar el Museo Araucano, soterrar el cableado eléctrico y volver pronto con nuestro equipo a primera división.
- Temuco es la capital de una de las regiones más pobres del país con un rezago importante. ¿Cuál es su impresión del quehacer público y privado en esta materia?
- La Araucanía cuenta con un enorme potencial para seguir creciendo y salir del último lugar de la tabla. El desafío es ofrecer mejores oportunidades a sus habitantes y en ello la educación de nuestros niños es gravitante. Es en esta formación temprana donde se juega la desigualdad. No logro comprender por qué nos cuesta tanto levantar recursos para iniciativas como el programa Rescate Lector de AraucaníAprende, que apunta "a la vena" del problema. Por otra parte es urgente generar un gran programa regional en infraestructura de riego y recuperar el respeto por la vida y por los bienes públicos y privados, erradicando definitivamente la violencia.
- Desde la Fundación Aitué le interesa la promoción de políticas públicas en materia indígena. Se habla de una deuda del Estado con el pueblo mapuche. ¿La comparte? ¿Qué políticas en esta materia promovería?
- Creo que existe una deuda país, en no haber sabido entregar a la población indígena las herramientas necesarias para incorporarse con dignidad al desarrollo. Y aquí me refiero principalmente a la educación, preservación de su cultura y a un abanico de oportunidades que particularmente para ellos han sido de difícil acceso.
- Usted ha logrado una exitosa carrera sin dejar de lado la responsabilidad social empresarial. ¿Qué lecciones le dejó optar por este camino?
- La responsabilidad social, más allá de una práctica empresarial, es una extensión de nuestro propio carácter. Siempre he creído que las empresas son las personas, y como tal son un excelente escenario para producir, para generar riqueza, pero también para acoger, enseñar y comprometerse positivamente con su entorno. Los activos no tienen alma, y los empresarios, desde nuestra posición de privilegio tenemos una responsabilidad mayor.
- ¿Hay algo que aún desee hacer por Temuco?
- Me gustaría que los temuquenses tomen consciencia del negativo efecto que tiene para nuestra sociedad el creciente nivel de violencia que se vive en el campo. Lo que allí ocurre afectará y condicionará nuestro porvenir. Vivimos en una sociedad aun fracturada y segmentada que requiere del compromiso y contribución de todos sus hijos para sumar esfuerzos y construir un mejor futuro.
"Cuando nací Temuco tenía 50 mil habitantes y hoy se empina sobre los 300 mil. Ha mostrado un gran crecimiento y se ha puesto pantalones largos".
"Los activos no tienen alma, y los empresarios, desde nuestra posición de privilegio tenemos una responsabilidad mayor".
"El desafío es ofrecer mejores oportunidades a sus habitantes y en ello la educación de nuestros niños es gravitante. En la formación temprana se juega la desigualdad".
El legado de su actividad gremial
La actividad gremial y de ayuda social han sido para José Miguel García otra de sus pasiones en las últimas tres décadas. Es director y consejero nacional de la CChC, institución a la que llama "su casa". Fue presidente de CorpAraucanía entre el 2001 y el 2005, fecha en que creó el Parque Industrial y Tecnológico de La Araucanía, Enela y la Fundación Araucanía Aprende. Es director de la Fundación Aitué. Fue miembro del CORE y en diciembre fue nombrado por la Presidenta para conformar el Consejo Ciudadano de Observadores del proceso constituyente.
1978 en ese año José Miguel García egresó de la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Chile.
1982 en esa fecha conforma su propia empresa constructora, participando al inicio en viviendas sociales.
2012 recibe el premio
Responsabilidad Social de la Cámara Chilena de la Construcción. Se lo entregó el ex Presidente Piñera.