Andrea Arias
"El mundo político, debido a sus atribuciones limitadas en la materia, no es responsable del conflicto mapuche. Sin embargo, la Concertación y, sobre todo, quienes han tenido cargos importantes en el Gobierno, sí son responsables de haber pensado que era sólo un tema de pobreza: haberlo visto así fue un error".
Así lo cree el senador por La Araucanía, Jaime Quintana (PPD), quien esta semana asumió la vicepresidencia del Senado junto a Ricardo Lagos Weber como presidente de la corporación.
Consultado por la comisión presidencial que anunció Bachelet en su visita a La Araucanía, Quintana, quien en mayo dejará la presidencia de su bancada después de cuatro años, dijo que "lo que se requiere es consensuar un equipo de notables, mapuches y no mapuches, con experiencia y legitimidad en el tema, de manera de generar una propuesta que sea planteada al parlamento y si esto es legitimado en el marco de la nueva Constitución tanto mejor".
En materia de transparencia y probidad política, Quintana reconoce que lo que se ha hecho no es suficiente y que lo que se necesita "es transferir más poder a los ciudadanos", en el marco de una nueva Constitución que incluya "la posibilidad de revocar mandatos" y donde se aborde la desigualdad que representa la actual dieta parlamentaria.
- ¿Qué garantías existen que la actual coordinación que están realizando los parlamentarios de la Región con el intendente rendirá frutos y que no será más de lo mismo?
- Más que garantías, lo importante es lograr consensos en temas que nos permitan avanzar. Todos hicimos propuestas y no hay nadie que no condene los hechos de violencia, pero también hay que ser respetuosos del ordenamiento jurídico, ya que la Constitución no otorga a los parlamentarios atribuciones directas frente a los hechos de violencia. Pareciera que somos los que tenemos más atribuciones, porque hay parlamentarios que les encanta entrar al debate y sacar provecho político de aquello.
- En el contexto de su argumento, han pasado casi 20 años del conflicto en la Región, el mismo tiempo que usted está dedicado a la política. ¿Cuál es el mea culpa que realiza al respecto, más allá de la limitación de atribuciones?
- Por supuesto que uno siempre puede hacer una autocrítica, pero todos, también quienes rechazaron, hace 20 años cuando yo todavía no era parlamentario, el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. El mundo político en esa oportunidad pecó de falta de visión, de pensar que la irrupción del conflicto era algo transitorio.
- En dos años las policías han triplicado el contingente policial y la tendencia de violencia rural no disminuye. ¿Qué le dice eso?
- Que las policías y el Ministerio del Interior tienen una responsabilidad directa. No es que falten normas o leyes para perseguir y condenar, no obstante, las policías, en el marco de sus atribuciones, deben evaluar otros caminos. Ahora, desde el punto de vista de esta nueva estructura que se ha dado el mando policial en La Araucanía, nos parece que hay que darle tiempo a las policías para ver si eso se puede traducir en buenos resultados.