Familiares despiden a los jóvenes que ingresan al Ejército
SERVICIO MILITAR. Emotivas postales de los adolescentes que se formarán en el Destacamento Tucapel de Temuco.
Pena y alegría. Miedo y orgullo. Una mezcla de todos estos sentimientos se vivió la mañana de ayer, entre las cientos de personas que fueron a despedir a los jóvenes que ingresaron a vivir la experiencia del Servicio Militar en el Destacamento Tucapel de Temuco.
Son 278 los adolescentes que ayer le dieron el último adiós a sus seres queridos para ser parte de las actividades que el Ejército tiene dispuestas para ellos durante todo un año.
En el patio del Regimiento los nuevos soldados se formaban en fila, de frente a sus más cercanos, en una ceremonia en que debían permanecer a varios metros de distancia.
Fue recién al gesto de los integrantes del Ejército que los familiares tuvieron la oportunidad de acercarse a los hijos, hermanos y amigos que dejaban en el recinto militar, con un tiempo máximo de 15 minutos para decirles las últimas palabras antes de enfrentar este nuevo camino.
Allí fue cuando las emociones afloraron en la mayoría, mientras otros se lo tomaban con calma.
Testimonios
Esteban Iredia tiene 18 años y vino de Lautaro para cumplir con esta responsabilidad, la que estaba esperando desde que estudiaba en primer año medio. "Me gustaría continuar en la milicia y postular a suboficial el próximo año", contó el joven. A su lado, su padre, Carlos Iredia, expresaba con pocas palabras el honor de tener a su hijo participando de este proceso. "Orgulloso", dijo el padre, "porque va a cumplir su sueño".
En un punto del patio Marcos Sandoval, de 18 años, se abrazaba fuertemente a su madre Cecilia Marinao, ambos habitantes del sector Niágara, de Padre Las Casas. Ella reconoce que se había acostumbrado a tener a su hijo compartiendo en su casa. "Hoy me siento bien, pero con un poquito de pena, aunque por apoyar a mi hijo no queda otra que aceptar", dijo. Marcos, por su parte, está claro de que esta experiencia le servirá para determinar su futuro. "Quiero ingresar acá y después, quizás, entrar a la Escuela de Carabineros", contó.
Finalmente, luego del momento de conversación, los jóvenes marcharon frente a sus cercanos para luego iniciar oficialmente su año en el Servicio Militar, tras las palabras de bienvenida del teniente coronel Francisco Madrid Araya, comandante del Destacamento de Montaña Tucapel.
"Están todas las condiciones dadas para que ellos puedan iniciar su Servicio en este Destacamento que es muy querido por su ciudadanía, y la idea es tenerlos de la mejor manera posible", dijo el representante del Ejército.
Algunos padres, familiares y amigos, aún con interrogantes y temores respecto al proceso, despejaron sus dudas con el teniente coronel Madrid, pero con la convicción de que este domingo, durante la primera visita programada, podrán estar con ellos nuevamente.
"Están todas las condiciones dadas para que ellos puedan iniciar su Servicio en este Destacamento que es muy querido por su ciudadanía".
Francisco Madrid Araya,, comandante Destacamento
"Hoy me siento bien, pero con un poquito de pena, aunque por apoyar a mi hijo no queda otra que aceptar".
Cecilia Marinao,, madre de nuevo conscripto, Marcos Sandoval
Programa y visitas
En los primeros días los nuevos conscriptos tendrán un período de ambientación en que recorrerán todo el cuartel y conocerán a sus instructores y comandantes. Durante el año los soldados podrán visitar el cuartel 2 ubicado en Lonquimay, como también al sector Llafenco entre Pucón y Curarrehue y al Refugio Llaima, a los pies del volcán. Este domingo será la primera visita programada para el mediodía hasta las 19 horas. De ahí en adelante, los familiares podrán visitar a los conscriptos cada domingo, tres veces al mes.
12 meses estarán los jóvenes en Servicio Militar, aunque al finalizar pueden continuar su formación optando por una carrera militar.
278 nuevos soldados recibió ayer el Destacamento Tucapel de Temuco, en una ceremonia donde ellos despidieron a sus familiares.