Mabel González / Agencias
Luego que el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, anulara el trámite que dio lugar al proceso que le puede costar el mandato a la Mandataria Dilma Rousseff, el titular del Senado, Renán Calheiros, rechazó esa decisión y ordenó continuar con el proceso.
La decisión del presidente interino de la Cámara Baja había dejado en el limbo la votación que debe celebrar mañana el Senado para decidir si se abre un juicio con miras a la destitución de Rousseff, lo que podría separar a la gobernante del poder durante el menos seis meses.
Maranhao, impulsor del "impeachment", había aceptado una demanda presentada por la Abogacía General del Estado. Su decisión se apoyó en supuestas irregularidades en el trámite seguido en la Cámara Baja.
La Abogacía, que defiende a Rousseff en el proceso, denunció "vicios que declaran nula de pleno derecho" la sesión del pasado 17 de abril en la que 367 de los 513 diputados aceptaron las denuncias contra la Mandataria y dieron lugar al trámite.
Maranhao explicó que uno de esos vicios consistió en que los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados orientaron el voto de sus diputados, lo que no podría haber ocurrido en una decisión de esa naturaleza.
Rechazo
Pero apenas horas después, el titular del Senado calificó de "extemporánea" la decisión de Maranhao y dijo que había sido adoptada "cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas".
Calheiros detalló que "ya hubo lectura de informes sobre el caso, se eligió una comisión especial" que analizó la base jurídica de los cargos y "hubo 10 sesiones que consumieron casi 70 horas de trabajo" en las que se escuchó a la defensa y a la parte acusadora.
También señaló que "no cabe al presidente del Senado decidir si el proceso es justo o injusto", ya que eso lo hará "el propio pleno, el conjunto de los senadores".